El fundador de Bad Boy Records se declaró inocente de un cargo de conspiración con fines de extorsión y tráfico sexual, cada uno de los cuales conlleva una pena máxima de cadena perpetua, así como de un cargo de transporte con fines de prostitución.
Fue en un operativo conjunto entre la Policía Judicial, Federal y la División de Investigación de Río Gallegos (DDI). En uno de los casos, la víctima depositó 10.000 dólares en una bolsa que fue recogida por los delincuentes.
Estuvo preso dos veces por el mismo delito. Lo arrestó la Policía de la Ciudad en un farmacia de Recoleta con una credencial falsa. La Justicia lo benefició con la salida de la cárcel por la pandemia del coronavirus