Ciberdelincuentes al acecho: qué es un ciberataque, qué finalidad tiene y cómo evitar caer en estafas
Esta práctica se volvió cada vez más sofisticada debido al uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático por parte de los atacantes.
Un ciberataque es cualquier intento de obtener acceso no autorizado a un sistema de computación, red o dispositivo con la intención de robar datos, interrumpir operaciones o realizar otras actividades maliciosas.
Los ciberataques pueden ser llevados a cabo por individuos, grupos organizados o estados-nación con diferentes motivaciones, como el lucro económico, el espionaje o el activismo.
Desde el punto de vista económico, los ciberataques tienen un impacto severo.
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Los distintos tipos de ciberataques existentes
La comprensión de los diferentes tipos de ciberataques y sus mecanismos de propagación es esencial para implementar estrategias efectivas de ciberseguridad y minimizar el riesgo de infecciones que puedan comprometer la integridad y seguridad de los sistemas de información.
- Malware: es cualquier tipo de software diseñado específicamente para infiltrarse en, dañar o causar un comportamiento no deseado en un sistema de computación sin el consentimiento del usuario. El objetivo del malware puede variar, desde robar información confidencial y espiar las actividades del usuario, hasta tomar el control del sistema o dañar los datos almacenados.
- Phishing: los atacantes intentan engañar a las víctimas para que revelen información personal y confidencial, como nombres de usuario, contraseñas, números de tarjetas de crédito y otros datos sensibles. Los atacantes suelen hacerse pasar por entidades legítimas y confiables, como bancos, servicios en línea, o incluso compañeros de trabajo, para ganarse la confianza de las víctimas.
Los hackers tienen técnicas cada vez más innovadoras. Foto: Unsplash.
- Ransomware: un tipo de malware que cifra los archivos de un usuario o de una organización, haciendo que los datos sean inaccesibles hasta que se pague un rescate para obtener la clave de descifrado. Este tipo de ataque creció significativamente en frecuencia y sofisticación, afectando a individuos y empresas.
- Ataque de diccionario o por fuerza bruta: busca robar las contraseñas mediante un programa automático que prueba diferentes combinaciones de claves. Por eso, es recomendable poner contraseñas únicas, que alternan mayúsculas y minúsculas, números, letras, símbolos y que sean bastante largas.
- Ataque de denegación de servicio: una forma de ciberataque diseñada para inundar un sistema, red o servicio en línea con múltiples solicitudes inmediatas para incapacitar el acceso a una página web.
- Ataque de Man-in-the-middle: un ataque mediante el cual se busca interceptar una conversación, navegación o subida de archivos sin que este sepa en ningún momento que está siendo espiado.
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Con los avances tecnológicos y las nuevas técnicas empleadas por los ciberdelincuentes es muy fácil ser víctima de un hackeo. Con estos trucos podrás prevenirlo:
- No entrar a la cuenta bancaria desde Google, es mejor aprender la dirección/URL y tipearla en la barra de direcciones de tu navegador o desde la app oficial.
- No compartir información personal o financiera por teléfono, email, redes sociales o WhatsApp, ya que los bancos nunca solicitan estos datos a los clientes.
- No entrar en enlaces sospechosos ni descargar archivos de correos electrónicos y mensajes de redes sociales.
- Descargar apps solo desde las tiendas oficiales, como la App Store o Google Play.
- Cambiar periódicamente las contraseñas de tu homebanking.