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Turismo de invierno en Santa Cruz: el desafío de recorrer la Ruta 41

Se trata del camino entre Los Antiguos y Lago Posadas, una postal aventurera en el inicio de la estación más fría del año.

Redacción Nuevo Día
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El paisaje de la Ruta 41 es impresionante: es una joya escondida del turismo invernal de la Patagonia, con su entorno teñido de blanco y sus imponentes atardeceres. Durante 155 kilómetros, "la 41" muestra a cada minuto las razones por las que es reconocida como la "ruta escénica".

Es un camino de ripio, pero fascinante. Une a las localidades de Los Antiguos y Lago Posadas en el norte de la provincia de Santa Cruz. La belleza que trae el invierno se siente en la cara, en el paisaje.

En ese trayecto, hay 22 puntos panorámicos ideales para los que buscan una aventura turística única. Es que lo que tiene de maravilloso a la vista, lo tiene de desafiante. Mauro Pratti, un emprendedor turístico en Perito Moreno, cuenta las particularidades del recorrido en esa época del año.

Turismo de invierno en Santa Cruz: el desafío de recorrer la Ruta 41

"El invierno aquí trae un espectáculo en sí mismo. Las nubes rasantes, junto a la gran acumulación de nieve, transforman el paisaje en una vista impresionante", describió Pratti al Diario Río Negro, sorprendido cada año a pesar de la experiencia.

El paso El Portezuelo, a 72 kilómetros al sur de Los Antiguos, es el punto más alto del camino con 1492 metros sobre el nivel del mar. "Suele acumular alrededor de los 80 cm de nieve en junio, recién arrancado el invierno, y ya llegar hasta ahí es una gran travesía a pura aventura", contó.

Turismo de invierno en Santa Cruz: el desafío de recorrer la Ruta 41

Para los que decidan aventurarse, es clave tomar precauciones y buscar un acompañamiento calificado. "Es esencial ir con vehículos preparados y, en lo posible, tener comunicación satelital, porque no hay conectividad. Llevar palas, abrigos y alimentos", advirtió el guía, porque las condiciones pueden ser extremas por la acumulación de nieve y barro.

Durante el invierno, el paso se puede recorrer hasta el kilómetro 50, aunque con mucha precaución. A la salida de esa localidad, hay una delegación de Vialidad Provincial donde se recomienda consultar por el estado de la ruta antes de iniciar el trayecto.

"Fue una gran travesía en 4×4, con cadenas en las cuatro cubiertas, llevamos palas y abrimos el camino a medida que avanzamos. Es una experiencia dura, agreste y comunitaria, y siempre este tipo de desafíos es muy importante el compañerismo, el sentido de comunidad y estar dispuesto para el otro", contó Pratti sobre la última vez que recorrió este mítico camino en invierno; y agregó: "Si no te movés en conjunto, no avanzás". Para el, eso es lo más relevante de la experiencia.

Las temperaturas pueden ser extremas, oscilando entre los -14 y los -19 ° centígrados. Por eso es crucial llevar equipamiento adecuado como bolsas de dormir adaptadas, carpas resistentes y ropa térmica e impermeable.

Avistamiento de cóndores y pumas

Pero este viaje también ofrece desafíos al producirse encuentros con la fauna local. Los avistamientos de cóndores están casi asegurados y -con algo de suerte-, se puede ver algún puma, varios tipos de aves como cóndores, pájaros carpinteros y cachañas, una especie de loro que vive en los bosques andinos patagónicos.

"Estos loros suelen hacer migraciones estacionales y bajan hacia estos valles más bajos. Fue una gran alegría escuchar su sonido nuevamente después de casi 20 años", rescató Pratti. Cuando la nieve cubre la estepa, da un marco único para avistar y conocer la vida silvestre que habita en esta región.

Actividades para disfrutar con la nieve y en grupo

Las ofertas de itinerarios son diversas. Se puede usar tabla de snowboard, el clásico "culipatín", improvisar una guerra de nieve, armados de iglú. Todo lo que la imaginación permita. Hay mucha cantidad de nieve y las laderas tienen inclinaciones ideales para estos deportes de invierno, según explicó el guía turístico.

Los grupos con los que Pratti lideró aventuras siempre estuvieron integrados por habitantes de las localidades vecinas. "Es para que puedan acceder a una ruta provincial que está en desuso casi seis meses, solamente lo usa gente de la estancia La Frontera".

En ese establecimiento hay un lugar de uso público en el arroyo Lincoln, preparado con baño seco y sectores de fogones. "Ahí es donde nosotros solemos hacer el campamento y desde donde encaramos para más para arriba o hacia las laderas", destacó. 

Fuente: Diario Río Negro

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