Patagonia: el abuelo que abusó a su nieta durante años y salió con libertad condicional por buena conducta
La madre de la víctima y denunciante del abuelo violador condenado puso en conocimiento a la población de que tiene prohibido ingresar a la localidad patagónica.
Fue un caso tremendo, el de un abuelo que violó a a su nieta entre los 7 y 11 años. La niña pudo contar lo que había sufrido cuando tenía 15. La contención de su familia y una dura lucha judicial lograron poner tras las rejas al hombre, que es un militar retirado, al que le dictaron 12 años de prisión por abuso sexual agravado con acceso carnal.
La condena, de abril de 2016, quedó firme en octubre. Fue detenido y cumplió con su sentencia en la Unidad 41 de Junín de los Andes. Pero ya pasaron ocho años, el plazo necesario para que pueda acceder al beneficio de la libertad condicional.
"Si bien no hay un reconocimiento de culpa y no fue un hecho aislado, fueron años; el informe psicológico dice que es bajo el riesgo de que vuelva a reincidir en el mismo delito, además de haber demostrado buen comportamiento tras las rejas", contó Ruth, la madre de la víctima.
Comentó que al condenado Ramón Eugenio Llull le dieron la libertad condicional hace aproximadamente un mes, luego de cumplir ocho años de los 12 de condena, con la prohibición de que hasta abril de 2028 ingrese a Junín de los Andes.
El condenado, en efecto, compró una casa en otra localidad del interior neuquino; pero de forma transitaria terminó alquilando otra propiedad donde reside con su esposa. "Le pido a la gente de Junín que si lo ve circular por acá avise inmediatamente a la Policía. Sepan todos que no puede ingresar a la localidad, donde mi hija estudia y trabaja y hoy tiene 25 años", expresó su madre.
Durante estos años, su hija contó con la representación de la Defensoría del Niño y del Adolescente. Pero tras cumplir 21 años, siguió adelante con la asistencia del Ministerio Público Fiscal.
En su momento, la divulgación de los hechos aberrantes que sufrió su hija dio pie e impulso para que otras mujeres víctimas rompieran el silencio. Pero en el devenir de la causa, y más allá de la condena efectiva para el violador, la madre de la víctima no deja de sentir un "sabor amargo". Advirtió que transitar el proceso judicial es agotador y muy lejos de representar un alivio. "Mi hija tuvo el apoyo de nuestra familia; si no, es muy difícil", expresó.
Hace unos años, en plena pandemia de Covid-19, la víctima se atrevió a visibilizar en las redes sociales una impactante carta cuando el abuelo violador accedía al beneficio de la prisión domiciliaria. Su edad representaba un factor de riesgo en la lucha contra el coronavirus.
Lo que decía la carta de la víctima
"Después de tanto, me animé a escribir y hablar sobre esto. No paro de preguntarme una y mil veces porque tuvo que pasarme a mi. Nunca voy a poder encontrar una respuesta, un por qué. Yo confiaba en quien se supone que tenía que cuidarme, en qué nada me pasara y me terminaste haciendo daño y cagándome la vida. Haber tenido el coraje de denunciarlo, hablarlo y llevarlo a la justicia, la verdad que no fue fácil. Todo el proceso fue eterno y muy doloroso, verte la cara de pobrecito y de yo no hice nada cuando en verdad me cagaste la vida. Ver toda esa gente (tu familia) que al principio decía estar conmigo, querer apoyarme y ayudarme y que de un momento a otro los viera presenciando los juicios y apoyándote a vos, diciendo que todo estaba armado para beneficiarnos económicamente y otras tantas cosas que inventaron para no querer admitir o creer lo que había hecho este ser. La verdad que nunca lo voy a entender, pero gracias a su falta comprensión y apoyo, la verdad que nunca los necesite y mucho menos en ese momento.
Cuando al fin quedó la sentencia firme (después de casi 3 años de proceso) lo meten preso. Por un momento sentí paz, tranquilidad y que ya era hora de que empezará a pagar por lo que hizo. Pero ahora, después de 3, casi 4 años preso, le dan la domiciliaria, por ser un hombre de riesgo por su edad. Se cagó en la edad que yo tuve cuando me destruyó, se cago en mí, en mi vida, pero ojo, él corre riesgo por su edad y tiene que irse a casita con su familia, como si nada. Como dijo mi mamá, hay que quedarse en qué hicimos todo lo que se pudo, porque a esta justicia no hay con que darle, no se cansan de seguir encubriendo, protegiendo y favoreciendo a estos enfermos.
Ahora solo queda seguir adelante y esperar que la termines pagando algún día, que en algún momento va a llegar. Agradezco mucho tener a mi familia, amigos y toda la gente que me rodea, por apoyarme y acompañarme en todo momento, sin ustedes no hubiese podido".(Lmneuquen)