Mangeri, asesino de Ángeles Rawson, cumple la condena en Rawson y pidió volver a Ezeiza para estar cerca de su esposa
Fue confirmado que el ex portero del edificio donde vivía la adolescente de 16 años cumple la prisión perpetua por femicidio y abuso en Chubut y pretende volver a Ezeiza.
Jorge Mangeri, el asesino de Ángeles Rawson, se encuentra cumpliendo la pena de prisión perpetua por el femicidio y abuso sexual de la adolescente que tenía 16 años en el penal de Rawson, en Chubut.
Fue trasladado en diciembre de 2023 de Ezeiza al nuevo pabellón de ofensores sexuales que tiene este penal patagónico, según publicó Infobae.
Mangeri, informaron, trabaja en la cárcel con aportes en blanco y pidió regresar a Ezeiza porque el nuevo lugar de detención "lo separa de su esposa, Diana Saettone".
La abogada del ex portero, Patricia Croitoru, comenzó a defender a Mangeri cuando ya había sido trasladado a Chubut.
A través de su nueva defensora hizo un insólito reclamo para volver a Ezeiza, porque quiere tener mayor cercanía con su esposa que solía visitarlo y ahora no puede hacerlo por los gastos que le generarían los pasajes para viajar hasta la capital chubutense.
El 24 de mayo último, el juez Axel López envió un oficio al Servicio de cárceles hoy a cargo del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich. La respuesta al mismo se espera en los próximos días.
El femicidio
Ángeles "Mumi" Rawson (16) fue asesinada el 10 de junio de 2013 en su edificio del barrio porteño de Palermo y su cadáver apareció al día siguiente en la planta de tratamiento de residuos de la Ceamse en la localidad bonaerense de José León Suárez, en uno de los femicidios con mayor repercusión de la historia criminal argentina y en el que, después de una serie de especulaciones que apuntaban al seno familiar, en cuatro días descubrieron que el portero Mangeri había sido el asesino.
En el juicio realizado en 2015, se dio por acreditado que aquel día a las 9.50 -horario en el que quedó grabada por una cámara de la cuadra-, Ángeles regresaba de su clase de gimnasia, llegó al edificio de Ravignani 2.360, en Palermo, pero no entró a su departamento de la PB "A" porque se topó en el hall con el ahora condenado.
Para la Justicia, con algún engaño, el portero llevó a Ángeles a un sitio del edificio -para la fiscalía fue el sótano y para la querella la portería del octavo piso-, y allí inició un ataque sexual que, por la resistencia de la víctima, terminó en el homicidio.
Una junta médica concluyó que Ángeles murió estrangulada y sofocada en no más de cinco minutos y que su asesino le fracturó cinco costillas, la clavícula derecha y una vértebra.
Si bien la chica no llegó a ser violada, tenía en una de sus rodillas, en la ingle y en la cara interna de los muslos, lesiones paragenitales que probaron que Ángeles padeció un abuso sexual.
Con información de Infobae, elDiarioAr y ADNSUR.