CIRCO

La madre del trapecista accidentado en Caleta Olivia denuncia que los dueños del circo "se borraron"

El joven artista Lautaro Bustos, nacido en San Antonio, Río Negro, cayó del trapecio de 8 metros de altura, abajo no había red, ni nada que lo resguardara, por eso desde el 27 de mayo se encuentra internado, por la fractura de la quinta vértebra y su madre resalta el abandono de los propietarios del Circo Dihany, para el cual actuaba.

Redacción Nuevo Día
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Mariela Segundo es la mamá de Lautaro Bustos. "El tuvo un accidente en el circo Dihany; estaba en negro; sin cobertura social ni ART; sin red, arnés, nada; ninguno de los elementos necesarios para evitar el accidente", sostuvo la mujer en Radiovisión, donde este miércoles describió la cruda situación que atraviesa el joven, oriundo de la localidad rionegrina de San Antonio. Justamente fue en Las Grutas, mientras bailaba hip hop, cuando tuvo su primer acercamiento con los responsables del circo Dihany.

El 27 de mayo pasado abría la función, pero no pudo enganchar un pie y cayó desde 8 metros y medio. Se quebró la quinta vértebra y fue intervenido quirúrgicamente. Se le colocó una prótesis; estuvo en terapia intensiva y al quinto día pasó a sala común en el hospital de Caleta Olivia. Esa noche no hubo función. A los espectadores les ofrecieron devolverles el dinero o que volvieran al día siguiente.

Unos días más tarde, el circo prosiguió su itinerario. En estos momentos se halla en Comodoro Rivadavia.

"Mi hijo quedó paralítico. Está con sonda, pañales; le sacaron el oxígeno y evoluciona. Ahora esperamos una derivación para un centro de mayor complejidad, para su rehabilitación. Mueve los brazos, pero no sus manos, sus dedos; esa parte no la siente, la tiene dormida" dijo la madre. 

La madre de Lautaro insistió en que "él es bailarín, no trapecista. Hace un año que haría trapecio. La verdad no sabría decir por qué aceptaba trabajar en negro. Creo que a todos los tienen en negro. Son como 30 personas y hay chicos también".

Luego, Mariela sostuvo que "no tengo contacto con la gente del circo porque se borraron olímpicamente. No me han ayudado en nada, en sus gastos, medicamentos. Todo corre por mi cuenta. El intendente Pablo Carrizo me paga un hotel y doy gracias a la gente de San Antonio y de Caleta que se solidarizaron y me ayudan con poco o con mucho para costear mis gastos".

Dijo también que "empecé una demanda", recordando que tras el accidente solo permanecieron en Caleta lo que el juez que instruye la causa les indicó y al quinto día desarmaron la carpa.

"Nosotros pusimos abogados y exigimos que se haga cargo de un sueldo de por vida porque también me perjudicaron a mí. Tuve que dejar de trabajar, a un nene de 13 años en San Antonio que esta con su hermana. Es otra preocupación. Sus gastos en la escuela, los de mi casa, lo esencial. Me hizo volver todo para atrás", señaló Mariela.

Agregó que "los médicos me dijeron que mi hijo no podrá volver a caminar. Es poco humano el dueño del circo, podría haber prevenido esto. Yo le deseo muchas bendiciones y que no se olvide que la vida es un boomerang; hoy me tocó a mí y ojalá que no le pase a nadie más. Ellos ya habían tenido problemas con un empleado y lo arreglaron con una casilla y un mísero dinero. Y como hay necesidad, la gente acepta cualquier cosa. Ellos no pagan nada, ni el seguro del espectador".

Dijo la mujer que aquella noche "no había ambulancia, médico, policías, matafuegos. Supóngase que hubiese sido algo peor, un incendio. ¿Cómo habilitan un lugar así?

Ellos se cagan en la vida de la gente que trabaja para ellos. Mi hijo era full time: pelaba papas, les cuidaba la nena. Mínimo, un poco de caridad. Ellos ganan plata por la gente que ahí trabaja. Yo me llevé una gran desilusión. Se quedaron hasta con el sueldo de mi hijo. No me quisieron dar nada. Solo pude sacar la ropa. Se quedaron con todas sus pertenencias. Ni el celular me querían dar. Ellos le iban guardando plata. Mi hijo me dijo que tenía plata en su riñonera, pero en el circo quedó todo". (El Patagónico)

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