La desaparición de una joven que lleva casi 80 días en la Patagonia: incertidumbre, críticas por el accionar de la justicia e hipótesis

Mientras la búsqueda de Luciana Muñoz, la joven de 20 años desaparecida el 13 de julio en el barrio Gran Neuquén, transita el día 75 sin datos certero sobre su paradero, se conoció una resolución del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que responde a la denuncia contra el fiscal jefe Agustín García, planteada por el padre de la estudiante del Cpem76.

Leonardo Muñoz y sus abogados habían cuestionado el trabajo del funcionario que tiene a cargo la Unidad Fiscal de Delitos contra las Personas, de cuya oficina depende el fiscal del caso Andrés Azar.

Muñoz había mencionado que la causa que pretende dar con la ubicación de su hija era «irregular, desprolija y absurda». Lo hizo en la denuncia formalizada el pasado 10 de septiembre en el TSJ. Este jueves, el máximo organismo judicial le respondió negativamente y ratificó el trabajo de García en el caso.

«Al no existir irregularidades que ameriten el inicio de una investigación administrativa por parte de este Tribunal Superior de Justicia, y contando el Sr. Muñoz con las vías jurisdiccionales de así considerarlo pertinente, se procede al archivo de las presentes actuaciones», dice la definición firmada por la presidenta del tribunal, María Soledad Gennari. 

BÚSQUEDA

La búsqueda de Luciana comenzó tarde, con datos e imágenes que aseguraban verla en el oeste de la ciudad, cerca de su casa donde convivía con su familia. Algunos de esos aportes fueron realizados por la propia madre, Lila Aguerre. Fue su abuela materna, la que a más de 30 horas de no saber nada de su nieta, la que se trasladó hasta la comisaría 18 y realizó la denuncia por desaparición.

En el camino, una recompensa que promete 10 millones a quien brinde datos certeros, presuntos testigos, incontable cantidad de horas de rastreos en la meseta, allanamientos, análisis de imágenes y un detenido. Maximiliano Áviles, un exnovio de Luciana con quien compartió relación entre mayo y junio de este año y quien mintió dos veces en sus declaraciones. Primero, al decir que no veía desde hacía un mes y medio a la joven y después, sobre su ubicación durante las horas de la desaparición.

De todos los procedimientos realizados, el que mayores expectativas generó fue un allanamiento simultáneo en dos viviendas. Una en Parque Industrial, propiedad de Áviles y otra en Cuenca XV, de alguien que no está detenido, pero es fuertemente investigado. En ambas locaciones, policía científica logró rescatar muestras de sangre.

En la casa de Áviles y su barbería, ubicada en el cruce de Calle 1 y 11 del barrio Parque Industrial, se levantaron rastros en la zona del baño y el local. En tanto que en la vivienda de calle Francisco Romero en la cuenca, también se hallaron, con ayuda de la luz Bluestar OBTI, manchas hemáticas.

Todo este material ya es analizado en el Laboratorio Central de Neuquén. El procedimiento tardará varios días y buscará comparar lo rescatado en las viviendas con el perfil genético de Luciana Muñoz. Para eso, su madre Lila Aguerre aportó su sangre y fiscalía solicitó lo mismo a Leonardo Muñoz, padre biológico. Aunque este aún no aceptó someterse a la extracción.

Los resultados plantean tres escenarios posibles con impacto en la causa:

El primero: de confirmarse científicamente que la sangre rescatada en la casa de Maximiliano Áviles es de Luciana, la situación procesal del único detenido podría complicarse. 

El segundo: si la sangre obtenida en la casa de Cuenca XV es de Luciana, el propietario, que hasta el momento no está involucrado en la causa, podría ser otro indicado por fiscalía.

El tercero: en caso de que la sangre analizada en ambas locaciones no sea de Luciana, la investigación se verá obligada a buscar otros caminos.

En simultáneo, toma crucial importancia las entrevistas realizadas al entorno cercano de Áviles y el estudio de su comportamiento desde que dejó de ser pareja de Luciana.(Río Negro)