Espectacular robo comando en una escuela de gastronomía de Cocineros Patagónicos: moladora e inhibidor de alarmas
Los ladrones evadieron las cámaras y se llevaron el servidor con información importante.
Seis delincuentes ingresaron en la escuela de Cocineros Patagónicos, en Neuquén, ubicada en el barrio Villa Farrel, sobre calle Juan XXIII entre José Hernández y Avellaneda. El robo sucedió el domingo a las 16.10 y quedó registrado en las pocas cámaras de seguridad que los hombres dejaron en pie porque a su paso "todo lo que tocaron lo destrozaron".
Según explicó a LU5 la directora de la institución, Adriana Benzadon, los autores se manejaron como un grupo comando con participación de hasta nueve personas, sumando a los que se mantuvieron afuera en dos autos. Además, utilizaban handys y fueron muy cuidadosos para que sus rostros no puedan ser identificados: "Entraron con gorras, barbijos y un paraguas para cuando se acercaba a la cámara para que no les apunte antes de romperlas".
Si bien los daños materiales son muy graves, Benzadon informó que el efectivo sustraído no fue significativo: "era chaucha y palito, muy poco efectivo, no entiendo el móvil" y agregó que no tienen novedades de la Brigada de Investigaciones.
Aun así, pretenden recuperar el servidor, es decir, la base de datos física de Cocineros Patagónicos que guardaba la información con la que trabajan hace años. La búsqueda y descripción fue difundida en distintos lugares: "es como un CPU, nada más que no tiene el frente porque lo rompieron".
Robo y destrozos
La primera detección de movimientos extraños en las cámaras de la escuela de gastronomía de Neuquén fue unos minutos después de las cuatro de la tranquila tarde de domingo. La directora no se encontraba en Neuquén, pero tiene el sistema de cámaras ligado al celular, y vio que algunas habían dejado de funcionar. Al llegar al lugar, constató el daño a la propiedad.
La tarea de los intrusos no fue sencilla, pero fueron preparados: entraron usando una moladora inalámbrica, rompieron el vidrio, un laminado y después una puerta de un acceso paralelo que conduce a unas oficinas que están arriba de la escuela. "Estuvieron quince minutos, no sonaron las alarmas, según vimos se arrastraron por el piso", dijo Benzadon.
El edificio tiene tres pisos y en cada uno los delincuentes rompieron cámaras y hasta cortaron la electricidad: "rompieron una cámara de inspección del techo, después violentaron todas las puertas de las oficinas, también las de depósito" y agregó que en un primer momento pensó que se trataba de un arma, pero los delincuentes llevaban inhibidores de señal, lo que fue corroborado por la policía.
Pero luego, el grupo de seis jóvenes que se comunicaban con handys bajaron y entraron por un acceso a la escuela para borrar sus huellas pero terminaron generando un daño más grave: "fueron directo a buscar el dvr de las cámaras para llevarse el disco donde queda todo registrado y el tema es que se llevaron el server que hay en la escuela con el laburo de todos nuestros años de trabajo". Durante esos quince minutos ya sonaba la alarma de una empresa popular que aún no se contactó con la directora.
La bronca
Para la directora de Cocineros Gastronómicos las circunstancias del robo son inusuales y pretende una investigación que encuentre a los responsables: "hay una de las personas que está plenamente identificada, porque se sacó lo que tenía en la cara, estaban hipercomunicados con handy, afuera dos personas estaban afuera con dos vehículos, era como un grupo comando, mínimo participaron nueve personas".
También cuestionó como después de un evento tan violento no hubo reacción alrededor: "si un domingo a esa hora, a plena luz del día, en una calle con mucho tránsito, aunque en domingo menos, no pasa nada mientras están 15 minutos tranqui inhibiendo las alarmas, después 15 minutos más con las alarmas sonando y se van tranquilísimos". En este sentido, señaló una vecina de la escuela le contó que le entraron a robar repetidas veces ingresando por el patio de atrás.
Además, al aire de la radio manifestó que tiene dudas sobre las motivaciones de los delincuentes para ingresar a la escuela que forma a los cocineros de la patagonia: "entraron a las oficinas pero efectivo no hay prácticamente nada, porque no se maneja, pensar que podían llevar es efectivo es muy inocente".
Para concluir, consideró que Neuquén está atravesando una situación difícil porque ella misma vivió en carne propia un hecho de inseguridad: "hace diez días me robaron la cartera del baúl de mi auto en la calle Río Negro, afuera de un club del río, con un inhibidor" y agregó que todo sucedió a pesar de que encima del auto estacionado había una cámara domo. "La policía me dijo que por ese hecho no creían que revisen las cámaras, que si me hubieran robado el auto sí". (LMN)