Escándalo en Chubut: funcionario pedía favores sexuales a cambio de ayuda
Se investiga a un delegado del Ministerio de Familia. El intendente Taccetta confirmó que la víctima le había contado el caso y él le recomendó acudir a la justicia.
Un funcionario provincial que se desempeñaba como delegado del Ministerio de Familia en Esquel fue apartado de su cargo tras la divulgación de presuntos chats en los que le habría pedido favores sexuales a una vecina a cambio de "beneficios".
La decisión de su desvinculación se tomó luego de que el caso tomara estado público y avanzara la investigación judicial.
Según informó el medio La Tecla Patagonia, la filtración de las conversaciones y audios habría sido determinante para que se tomaran medidas en su contra.
En el marco de la investigación, la División Policial de Investigaciones (DPI) de Esquel llevó a cabo un allanamiento este viernes por orden del juez Jorge Daniel Novarino.
El procedimiento se realizó en una vivienda del barrio Sipro Salud, donde reside José María Spinelli, señalado en la causa. Durante la diligencia, los efectivos policiales secuestraron un teléfono celular Samsung A50 de uso particular del acusado. Además, se notificó la medida de prohibición de acercamiento y contacto con la víctima.
Consultado sobre la situación, el intendente de Esquel, Matías Taccetta (Juntos por el Cambio), confirmó que había hablado tanto con el funcionario como con la mujer denunciante semanas atrás y que le recomendó acudir a la Justicia.
"Me contó lo que había sucedido. Le dije que si era así como lo planteaba, que haga la denuncia. No voy a tapar a nadie ni defender a nadie si efectivamente fue lo que me estaba contando", afirmó.
El jefe comunal también aseguró haber visto capturas de pantalla y escuchado audios entre las partes. "Que actúe la justicia, creo que es lo mejor", señaló, remarcando que el funcionario en cuestión pertenece a la administración provincial y que la decisión de su apartamiento fue consensuada con el gobernador Ignacio Torres y la ministra de Familia, Florencia Papaiani.
Fuente: El Patagónico