Antártida Argentina: buscan crear un santuario para proteger la fauna
La ONG ambientalista Greenpeace inició una expedición que se extenderá por tres meses y que busca lograr la creación de un santuario marino en la Antártida para proteger a las especies animales que habitan la zona y, de esa manera, poner fin a la pesca ilegítima.
La ONG ambientalista Greenpeace inició una expedición que se extenderá por tres meses y que busca lograr la creación de un santuario marino en la Antártida para proteger a las especies animales que habitan la zona y, de esa manera, poner fin a la pesca ilegítima que está generando la perdida irreparable de miles de seres y desequilibrio en el ecosistema.Como parte de una expedición científica, la ONG reveló las primeras imágenes del fondo marino en una región nunca antes explorada por el hombre.
“Las capturas muestran un fondo marino lleno de vida”, pero a su vez una evidencia clara de que la Antártida es un ecosistema marino vulnerable. Por ello, la organización demanda con urgencia la creación de un Santuario del Océano Antártico para proteger especies como las ballenas y los pingüinos”, reveló la ONG ambientalista que a su vez aseguró que “una de las mayores colonias de pingüinos Adelaida en la Antártida está situada en Bahía Esperanza, en la Península Trinidad, la parte más septentrional de la Península Antártica”.
La zona pretendida está en las afueras de la Península Trinidad, el estrecho de la Antártida conecta el estrecho de Bransfield con el mar de Weddell. En esta área, Greenpeace realizó investigaciones científicas en sumergibles para brindar de pruebas que apoyen la propuesta de crear el área protegida más grande del planeta, un Santuario del Océano Antártico.
De la expedición participa el célebre actor español, Javier Bardem que antes de viajar dijo: “Quiero contribuir a través de esta campaña de Greenpeace a que se conozca más la importancia del océano Antártico, situado en el fin del mundo y, sin embargo, tan relevante para la supervivencia del planeta”.
Cerca de la mitad de nuestro planeta está cubierto por océanos que juegan un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono, ayudándonos a evitar los peores efectos del cambio climático y miles de millones de personas y especies dependen de ellos para asegurar su supervivencia.
Es justamente por eso que “nuestro destino y el destino de nuestros océanos están íntimamente conectados y el 3/4 de los océanos del mundo está en aguas internacionales, pero sólo el 1 % está protegido”, aseguran desde Greenpeace.
“Este año tenemos la oportunidad de hacer historia porque en octubre la Comisión del Océano Antártico se reunirá para discutir la creación de la mayor área protegida de la Tierra: un Santuario del Océano Antártico. Pero solo será posible si el mundo alza la voz para pedirle a los líderes que protejan este océano fundamental”, argumentaron.
La pesca, el gran problema
La Antártida alberga una gran diversidad de vida, pero la industria pesquera está buscando expandirse y apunta directamente a la única especie en la que se basa prácticamente cada animal en la Antártida: el krill, un pequeño crustáceo parecido al camarón que es el eslabón más importante en la cadena alimenticia y asegura la supervivencia de la mayoría de los animales del continente. Sin él, la mayoría de las formas de vida en la Antártida desaparecerían.
Sólo por dar un ejemplo: en solo un día, una ballena azul puede comer el peso de un elefante africano en kril, pero el cambio climático, la sobre pesca y la contaminación están ejerciendo una enorme presión sobre las poblaciones de vida silvestre.
Es por esto que un Santuario del océano Antártico proporciona espacio para que sus poblaciones se recuperen, y evitaría que los pingüinos y las ballenas compitan con los enormes barcos pesqueros por su alimento.
Y, sumado al cambio climático, que ya está amenazando a las poblaciones de pingüinos y ballenas del sur, la industria pesquera le está quitando su alimento. “No vale la pena sacrificar un ecosistema por ningún negocio. Ninguna industria debería vender productos que podrían significar dejar sin alimento a las ballenas y los pingüinos; y los líderes mundiales no deberían permitir que un desierto oceánico se convierta en un páramo industrial”, finalizó la ONG.
El viaje a la Antártida se traduce como la primera oportunidad de la OMG para demostrar al mundo por qué es necesario actuar de manera urgente en alta mar: “Una victoria en la Antártida nos preparará para una victoria hacia el Tratado Internacional de los Océanos. Existe una urgente necesidad de una red a gran escala red a gran escala santuarios marinos”, plantean mientras aclaran los objetivos de la expedición que se está realizando:
-Preservar la forma de vida de casi la mitad de la población mundial que depende de unos océanos saludables y productivos.
-Proteger los ecosistemas y especies de los impactos del ser humano.
-Reforzar la resiliencia del medio y ayudar a mitigar los impactos del cambio climático global.
Fuente. El Sureño (Río Grande)