Un legado cultural en peligro en el Barrio de la Boca: Los artesanos de la feria de la Vuelta de Rocha resisten al traslado
La feria de la Vuelta de Rocha, ubicada en el corazón del barrio de La Boca (Buenos Aires), ha sido durante más de cuatro décadas un emblema de trabajo, arte y cultura. Este tradicional espacio artesanal, que se extiende a lo largo de las calles cercanas a Caminito y la Plazoleta de los Suspiros, enfrenta una amenaza que no solo pone en peligro la fuente de trabajo de más de 140 artesanos, sino que también arriesga borrar una parte esencial de la identidad del barrio. Desde el mes de agosto de 2024, el Gobierno porteño ha impulsado un proyecto para trasladar esta histórica feria a la Plazoleta Bomberos Voluntarios, un lugar que los mismos feriantes consideran inadecuado para albergar a todos los artesanos y turistas.
Ubicadas a la vuelta de la calle Rocha, las ferias Vuelta de Rocha I y II no son solo un lugar donde se venden artesanías; son una parte vital del paisaje cultural del barrio de La Boca. Desde el año 1992, están reconocidas por la ordenanza N°46.075, que las declaró de interés municipal, lo que les otorga un estatus legal y la legitimidad que otorgan años de trabajo continuo. Durante los días jueves, viernes, sábado y domingo, los puestos se llenan de arte popular, cerámicas, tejidos y joyería, todo realizado por manos de los artesanos que, con su trabajo, dan vida a un espacio turístico de vital importancia.
Sin embargo, a pesar de que el barrio de la Boca inspira la cultura popular y tradición, en donde los vecinos muestran su identidad y cuentan su historia, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha decidido reubicar la feria en una plazoleta situada en la intersección de las calles Lamadrid y Garibaldi, un área que, según los feriantes, está mucho menos conectada con el flujo turístico y las actividades barriales que caracterizan su actual ubicación.
Los artesanos aseguran que la decisión no ha sido consensuada por ambas partes, y que el nuevo emplazamiento que propone el Gobierno de la ciudad no solo pone en riesgo sus fuentes de ingreso, sino que amenaza con despojar al barrio de un pedazo de su alma y de su historia. El nuevo lugar propuesto no parece tener el mismo potencial para atraer a los turistas, y muchos temen que, al perder visibilidad, se extinga el espíritu comunitario que ha caracterizado a la feria desde su creación.
La resistencia cultural
Desde el primer anuncio del traslado, los artesanos han alzado la voz acompañados por los vecinos del barrio. En este sentido, realizaron asambleas, recogieron firmas y, se han organizado en vigilia, bloqueando el acceso a los puestos para evitar cualquier intento de desalojo. La respuesta del Gobierno porteño ha sido tensa. En la misma semana en que se presentó el proyecto, se ejecutó un desalojo policial en la zona de la ex fábrica Zanchetti, a pocos metros de Caminito. Esta intervención y la presión por el traslado de la feria reflejan una serie de decisiones que afectan a las comunidades más vulnerables de La Boca. La resistencia se ha convertido en un símbolo de defensa de la cultura barrial
Alejandro (43), artesano y vecino del barrio, expresó al Diario Nuevo Día: "La relocalización es totalmente desfavorable para nuestras actividades. Esto se ve envuelto en un proyecto en sintonía entre el Gobierno de la Ciudad y el Gobierno de la Nación, en defensa de intereses económicos, en el cual no incluyen a los vecinos de La Boca. La feria de la Vuelta de Rocha es una víctima más de todo esto".
Por su parte, Franco (46), también vecino del barrio, resaltó el impacto negativo que tendría el traslado sobre la comunidad local: "Históricamente, los artesanos fueron muy importantes para el barrio. Es muy común que los artesanos sean del barrio o de la zona. Si los sacás, le estás cortando la fuente de trabajo. En otros barrios como Palermo, ves locales comerciales, restaurantes, etc., pero La Boca tiene una identidad que no se puede perder".
La situación se complica aún más al descubrir que, según los artesanos, el objetivo no solo sería reubicar la feria sino también ceder el espacio de Vuelta de Rocha a proyectos gastronómicos privados.
Mientras continúan las negociaciones, los vecinos y artesanos de La Boca se mantienen firmes en su lucha por preservar un legado cultural de más de 40 años, que va mucho más allá de los puestos de venta. Lo que está en juego es la identidad misma del barrio, y los habitantes de La Boca han dejado claro que no están dispuestos a perderla sin pelear. En este contexto, la feria de la Vuelta de Rocha no solo se defiende por su valor económico, sino como una pieza clave de la historia y el espíritu de La Boca.
Sobre Katia Ruiz
Nacida y criada en la ciudad de Río Gallegos, es una joven profesional con una vasta carrera académica. Es Licenciada en Relaciones Públicas (UAI), Técnica Superior en Ceremonial Empresario, Técnica en Organización de Eventos Empresariales y Espectáculos (CEO), Técnica Universitaria en Lenguaje Musical (UCA), Maestra de Ceremonias egresada del Instituto Argentino de Ceremonial Emb. Blanco Villalta, Diplomada en Logística Organizativa, imagen y ceremonial (CIDEC). Cuenta con un Posgrado en Comunicación Política e Institucional (UCA), Especialización en Comunicación política del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diplomada en Comunicación de Crisis (CAEP), Especialista en Imagen política (CKV), actualmente se encuentra finalizando su tesis de la Licenciatura en Ceremonial y protocolo.