Sueldos en el Senado: si no hay freno, los legisladores cobrarán 9 millones

El Senado de la Nación enfrenta una nueva controversia en torno a los sueldos de sus legisladores. El 31 de marzo vence el congelamiento salarial que había sido prorrogado por la vicepresidenta Victoria Villarruel, lo que abre la puerta a un aumento que llevaría las dietas de los senadores por encima de los 9 millones de pesos.

El tema es especialmente sensible en un contexto donde la crisis económica golpea con fuerza a la mayoría de la población. Desde el entorno de Villarruel buscan evitar que la vicepresidenta quede en el centro de las críticas y apuntan a que sean los distintos bloques los que asuman la responsabilidad de definir el futuro de los haberes legislativos.

La discusión se da en la previa de una sesión clave, en la que el Senado deberá decidir si aprueba los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo para la Corte Suprema. En diciembre pasado, la vicepresidenta intentó avanzar con este tema, pero la falta de consenso entre los jefes de bloque frustró la iniciativa.

Actualmente, cada senador percibe alrededor de 7 millones de pesos brutos, cifra que podría aumentar significativamente si no se toma una nueva medida que frene el descongelamiento. Aunque Villarruel ha manifestado en varias oportunidades que los legisladores deben recibir sueldos acordes a sus funciones, desde el oficialismo advierten que en un año electoral evitar los "errores no forzados" es una prioridad.

El debate sobre los haberes en la política sigue generando tensiones en un país donde los aumentos salariales para la clase dirigente suelen estar lejos de la realidad de la mayoría de los trabajadores. Resta saber si el Senado tomará alguna determinación antes del 31 de marzo o si el incremento se aplicará de manera automática.