Disputa

Sigue la pelea: la explosiva carta del sector del PRO que apoya a Milei

"El PRO no puede avalar ningún ataque a la propiedad ni dejar sin energía al país, que son caminos por los que no se sale", dice la misiva que responde Bullrich

Redacción Nuevo Día
Redacción Nuevo Día
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En la mañana del lunes, el sector del PRO que responde a Patricia Bullrich salió rápido y con los tapones de punta a sentar su posición en el conflicto Nación - provincias. Queda claro que el PRO será una de las víctimas de esta escalada y difícilmente salga unido de esta crisis.

Esta es la carta del sector de Bullrich, que incluye duras críticas al Gobierno de 2015 - 2019, que "avanzó demasiado lentamente y con exagerada prudencia".

Los abajo firmantes, dirigentes y militantes del PRO y de fuerzas aliadas, compartimos de diversas maneras la experiencia de gobierno 2015-2019. Las manifestaciones públicas de nuestros principales dirigentes confirman un diagnóstico: se avanzó demasiado lentamente y con exagerada prudencia, y eso se pagó con una crisis que impidió la continuidad del cambio. En caso de volver a ser gobierno, nos comprometimos durante la campaña a hacerlo con mayor coraje y decisión.

Nuestros votantes han compartido esta mirada, apoyando en las PASO esta propuesta y a los dirigentes que mejor la expresaban, y apoyando masivamente, en el ballotage, a Javier Milei y al cambio que encarna para la mayoría de los votantes argentinos.

La derrota parlamentaria de la ley Bases fue un duro golpe a nuestras aspiraciones, ya que mostró rápidamente las dificultades que deberá enfrentar todo plan de reforma y privó al gobierno nacional de las herramientas necesarias para enfrentar la desastrosa situación heredada. Nuestro bloque se mantuvo compacto, votando a favor todos sus artículos al mismo tiempo que sugería medidas y proponía modificaciones.

Es por esto que asistimos hoy consternados a la resistencia de muchos gobernadores a compartir el esfuerzo fiscal necesario para impedir una crisis hiperinflacionaria cuya víctima principal no sería el gobierno sino los argentinos que habitan todas las provincias.

El nuestro es un país quebrado en el que pululan y fructifican infinidad de sectores cuya sustentabilidad se basa en el déficit fiscal, es decir: en la inflación que nos empobrece. Gobernadores feudales, barones del conurbano, oligarquías sindicales, gerentes de la pobreza, expertos en cazar en el zoológico, beneficiarios de prebendas de todo tipo: la lista de corporaciones que deben renunciar a sus privilegios si queremos salir de la decadencia es larga y poderosa.

Por todo esto, queremos manifestar que:

  • El esfuerzo de reducción del gasto fiscal que está obligado a ejecutar el Gobierno Nacional debe ser rápido y profundo; y su esfuerzo debe ser acompañado por todas las provincias.
  • El Gobierno Nacional debe cumplir con los compromisos de la coparticipación establecidos por la Constitución y las leyes, pero no está obligado -ni puede hacerlo- a conceder condonaciones de las deudas provinciales, a enviar fondos discrecionales, ni a seguir financiando con su propia ruina, y la del país, el hecho escandaloso de que en más de la mitad de las provincias argentinas el empleo estatal supere al privado, y de que en 4 de cada 5 de ellas los recursos provenientes de la coparticipación superen el 50%, con extremos superiores al 80%.
  • Es necesario discutir un nuevo marco para la coparticipación y la distribución de los recursos federales, como establece nuestra Constitución y nunca se ha cumplido. Entretanto, todos debemos sumar nuestros esfuerzos para que el país supere esta coyuntura crítica.

Así como la nación está quebrada por la pésima administración del peronismo kirchnerista también las provincias lo están debido a los desbarajustes presupuestarios aprobados a fines del año pasado para financiar la campaña de Sergio Massa, y que la mayoría de los gobernadores apoyaron. El requilibrio de las cuentas provinciales no puede hacerse hoy a expensas de los recursos nacionales a menos que se proponga seguir con el ciclo de déficit, emisión e inflación que ha destruido nuestra economía.

En ese marco, el PRO no puede avalar ningún ataque a la propiedad ni dejar sin energía al país, que son caminos por los que no se sale. Así se ahuyentan inversiones, se impide la creación de empleo y se hace imposible el progreso. Que este mecanismo no institucional haya sido acogido con entusiasmo por un kirchnerismo golpista, deja en claro que el PRO no puede avalar eso.

Tenemos la certeza de que la Argentina ha empezado un camino que debe ser irreversible: el camino hacia un país opuesto al que hemos sufrido. Creemos que es hora de trabajar incansablemente por los problemas reales de la sociedad, postergando los interesessectoriales de los dirigentes políticos, sindicales y empresariales, y priorizando el de todos.

Conscientes de nuestra responsabilidad de apoyar el cambio que nuestros votantes y la mayoría de los argentinos exigen hacemos un llamado a la responsabilidad a todos quienes comparten nuestra visión de un país federal en el que cada provincia genere sus propios recursos y sea sustentable, en el que la maquinita de imprimir billetes deje de financiar privilegios a expensas del bienestar de los ciudadanos y en el que la continuidad y el respeto de la Constitución y las leyes sean el punto de partida de la resolución de disputas y controversias.

Entre los firmantes figuran, además de Bullrich, Fernando Iglesias, Laura Rodríguez Machado, Damián Arabia Silvana Giudici, Patricia Vázquez, Alejandro Bongiovanni, Gerardo Milman, Diego Valenzuela, Federico Pinedo, Federico Angelini y decenas de dirigentes más. (El Economista)


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