Política

Servicio Cívico y Servicio Militar Obligatorio: cuáles son las principales diferencias

Tras el anuncio de Patricia Bullrich y el deseo expresado por Sergio Berni, un repaso por las principales diferencias entre las dos propuestas.

Redacción Nuevo Día
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En las últimas horas, el Gobierno anunció la implementación del Servicio Cívico en algunas ciudades del país de la mano de Patricia Bullrich y Sandra Pettovello. Sin embargo, la frase del senador provincial Sergio Berni sobre su deseo de que vuelva el Servicio Militar Obligatorio, que tuvo lugar en la misma jornada, desató una importante confusión.

Por eso, vamos a repasar las principales diferencias entre ambas propuestas, para comprender el alcance y cuáles son los objetivos que persiguen.

De qué se trata el Servicio Cívico

Esta propuesta, desarrollada en conjunto por Bullrich y Pettovello, se llevará adelante en 11 ciudades del país (al menos en principio). El foco estará puesto en los jóvenes que no trabajan ni estudian.

En este caso, la intención es ofrecer capacitación gratuita a quienes enfrentan ciertas barreras educativas, económicas y sociales; sobre todo a quienes no cuentan con experiencia laboral en su currículum.

El Servicio Cívico enfatiza la enseñanza de valores como el respeto, la disciplina, el cumplimiento de horarios y el orden, aunque sin implicar un régimen militar.

Este programa será implementado por la Gendarmería Nacional y contará con el apoyo del Ministerio de Capital Humano, que proporcionará herramientas educativas y laborales. La capacitación culminará con la entrega de certificaciones que permitirán a los participantes ingresar al mercado laboral o retomar sus estudios.

El programa también prevé una evaluación de los perfiles de los participantes al finalizar el proceso, con el fin de orientarlos hacia alternativas educativas o laborales que les permitan construir un futuro con mayores oportunidades.

El Servicio Militar Obligatorio

Berni, por su parte, fue más allá y expresó su deseo de que retorne el Servicio Militar Obligatorio (SMO), asegurando que "Argentina está viviendo un proceso de desnacionalización" y que "hay que volver a nacionalizar a nuestros jóvenes".

"Estoy convencido que la Argentina necesita volver al Servicio Militar Obligatorio. Tiene que ser profesional donde cada uno de los soldados aprenda a defender los valores de la patria y a defender a la ciudadanía", expresó el ex Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.

En este caso, a diferencia del Servicio Cívico, el SMO se trataba de un sistema de reclutamiento impuesto por el Estado que requería que los jóvenes varones de 18 años cumplieran con un período de formación militar.

Los objetivos eran aportar formación militar, preparando a los jóvenes para la defensa del país en caso de conflictos bélicos; fomentar la integración nacional, promoviendo un sentido de identidad y unidad nacional al reunir a conscriptos de diferentes orígenes socioeconómicos y regiones; y ensañar disciplina y valores cívicos, inculcando responsabilidad y obediencia a la autoridad.

Originalmente duraba 12 meses, pero podría extenderse en casos excepcionales. Era obligatorio para todos los varones de 18 años, aunque algunos eran eximidos por razones de salud, estudios, o mediante sorteos basados en el número del documento de identidad. Los conscriptos eran asignados a distintas ramas de las Fuerzas Armadas (Ejército, Armada o Fuerza Aérea) para recibir instrucción militar básica.

Vale recordar que el Servicio Militar Obligatorio en Argentina fue abolido en 1994, tras el asesinato de Omar Carrasco, un conscripto de 18 años, en un caso que expuso graves abusos dentro del sistema.

En marzo de 1994, Omar Carrasco desapareció tres días después de haber sido convocado al servicio militar en Zapala. Su cuerpo fue encontrado semanas después, y se determinó que había sido brutalmente golpeado como parte de un castigo o "rito de iniciación".

El caso generó un fuerte impacto mediático y social, destapando una serie de abusos físicos y psicológicos que ocurrían en los cuarteles. El asesinato desencadenó protestas masivas y un repudio generalizado hacia el sistema de conscripción, que era percibido como obsoleto, autoritario y abusivo.

Carlos Menem, presidente en aquel entonces, respondió rápidamente al escándalo, firmando un decreto en 1994 que puso fin al Servicio Militar Obligatorio, reemplazándolo por un sistema de servicio militar voluntario.

(LMNeuquén)

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