Quieren privatizar Aerolíneas Argentinas en 2025, mientras buscan apoyo en el Congreso

La decisión de posponer este proceso responde a diversos factores. Uno de ellos son los plazos; el Ejecutivo es consciente de que no cuenta con el apoyo que espera en el Congreso para iniciar este procedimiento y debe negociar para evitar que la propuesta fracase nuevamente, como sucedió a principios de este año. "Hoy esos tiempos de negociación no dan", señalaron fuentes oficiales. Además, el análisis del Gobierno consiste en buscar dar la prioridad a otras cuestiones que requieren atención en el Congreso, como la reforma política o modificaciones en la Corte Suprema.

Si bien el conflicto agudo con los sindicatos se calmó a través de un acuerdo logrado por la dirección de Aerolíneas Argentinas, el Gobierno se percató de que la situación de los pasajeros indignados por las cancelaciones de vuelos afectaba negativamente el discurso sobre la privatización. Las mismas fuentes indicaron: "La sensación que hay es que esa es una batalla ganada; que hoy, salvo algunos sectores, existe cierto consenso respecto de que la empresa debe salir de la órbita del Estado".

El actual objetivo del Gobierno es consolidar este impulso, aunque ahora indican que la situación quedó estable y no está en riesgo de desvanecerse. De aquí a que el Congreso dé luz verde a la iniciativa de privatizar la aerolínea, se llevará a cabo un proceso de "mejora de la presentación" de la compañía, siempre teniendo en mente la privatización.

A pesar de que aún no se han recibido ofertas formales por la compañía, existen aerolíneas que han mostrado interés en conocer detalles de la empresa. En este contexto, uno de los cambios más valorados por los potenciales compradores son las reformas implementadas en los convenios laborales, ya que consideran que estas ofrecen una nueva claridad en las reglas de juego.

Simultáneamente, el Gobierno avanza en la reducción de gastos en Aerolíneas Argentinas. Recientemente, se cerraron algunas sucursales, que según los cálculos oficiales eran "costos muertos", dado que no generaban ingresos. En la actualidad, la venta presencial representa menos del 2% del total de las operaciones de la compañía.