Pymes en alerta: la avalancha de importaciones golpea a la producción nacional
La apertura comercial y la sobrevaluación del peso están afectando a las pymes manufactureras, que ven cómo sus productos pierden terreno frente a la competencia importada. Un informe del Observatorio PyME revela que el 40% de las industrias percibe una creciente amenaza de las importaciones, con sectores como el textil y la metalmecánica entre los más perjudicados. Además, el 18% de las empresas ya reemplazó insumos nacionales por importados y se espera que la tendencia se intensifique en 2025.
Desde la llegada de Javier Milei a la presidencia, la economía argentina ha experimentado una fuerte desregulación, con especial impacto en el comercio exterior. Aunque muchas empresas habían reclamado una apertura comercial más flexible, la combinación de una liberalización masiva con una moneda sobrevaluada está generando efectos adversos para la producción nacional.
Según datos del Observatorio PyME, el 40% de las empresas manufactureras considera que la competencia importada amenaza su participación en el mercado interno, un nivel similar al de crisis previas como 2018 (40%), 2016 (39%) y 2009 (36%). El sector textil y de confección es el más afectado, con un 67% de las firmas en alerta, seguido por la industria metalmecánica con un 54%.
El informe también señala que la sustitución de producción nacional por productos importados se ha intensificado. Durante 2024, el 18% de las pymes reemplazó insumos locales por importados, mientras que un 7% hizo lo mismo con productos terminados. Para 2025, la tendencia podría profundizarse: el 30% de las empresas planea incrementar la importación de insumos y el 18% la de bienes terminados.
Factores que impulsan la dependencia de productos importados
La creciente importación responde a una serie de medidas oficiales que facilitaron el ingreso de bienes extranjeros. Entre los cambios más significativos se encuentran:
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Eliminación de valores criterio: permitía controlar la subfacturación de importaciones.
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Flexibilización de controles aduaneros: reducción de verificaciones técnicas y de etiquetado.
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Reducción de aranceles: sectores como el textil, la confección, el calzado y los electrodomésticos han visto disminuidos sus costos de importación.
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Modificación del Código Aduanero: el DNU 70/2023 eliminó el requisito de registro de importadores, facilitando la entrada de nuevos jugadores al mercado.
Si bien estas medidas simplifican la adquisición de insumos y tecnología, también generan una apertura comercial que impacta en la producción local. La falta de políticas compensatorias para la industria nacional, como incentivos fiscales o programas de financiamiento productivo, podría acentuar la dependencia de bienes importados y deteriorar la balanza comercial.
China y Brasil lideran la lista de países de origen de estos productos importados, representando el 68% y el 17% de la competencia, respectivamente. Sin embargo, sectores específicos también advierten un aumento en la llegada de productos desde la Unión Europea, América del Norte y el Sudeste Asiático.
El desafío de 2025: competir sin protección
La industria manufacturera argentina se enfrenta a un escenario desafiante en el que la liberalización comercial no parece estar acompañada por políticas que refuercen su competitividad. Si la tendencia actual se mantiene, muchas pymes podrían ver reducida su participación en el mercado interno, mientras que los consumidores accederán a productos importados a menor costo, con el riesgo de una mayor desindustrialización a largo plazo.