Paro y marchas: cómo sigue la guerra entre las universidades y Javier Milei

Los fuertes ajustes que lleva adelante Javier Milei le ha valido una guerra con las universidades nacionales, cuyas tensiones prometen terminar de explotar con la próxima publicación del veto de la Ley de financiamiento universitario. Instituciones de todo el país, ante este panorama, ya amenazan con paros y movilizaciones que afectarán la actividad educativa.

El proyecto, recientemente aprobado por el Senado, busca declarar la emergencia presupuestaria para 2024, estableciendo así una distribución del 85% para salarios y un 15% para el funcionamiento. Sin embargo, al igual que como sucedió con la Ley de movilidad jubilatoria, el Gobierno la bloqueará debido a que afecta a su plan de déficit cero.

El objetivo de la norma es realizar un aumento de los recursos universitarios y del sueldo de los docentes y no docentes. En total generará un impacto fiscal de $735.598 millones, que representa el 0,14% del PBI, según detalló la Oficina de Presupuesto del Congreso. Además, plantea que deben actualizarse las partidas presupuestarias para cubrir: funcionamiento, investigación y extensión en las universidades, y cada dos meses el Gobierno deberá ajustar según inflación.

Paro y marcha universitaria

Para el martes 24 de septiembre está previsto que se reúnan las federaciones universitarias ante el veto a la Ley, bajo una jornada nacional de visibilización. En paralelo, en la Ciudad de Buenos Aires los gremios docentes y no docentes de la UBA (APUBA y ADUBA) planean las 10.00 realizar un masivo abrazo simbólico al hospital de clínicas; y el miércoles 25 estos grupos sindicales asistirán al Consejo Superior.

Durante el 26 de septiembre habrá un paro en todo el país. Pero las protestas no terminan ahí, porque como ya vienen advirtiendo, habrá una marcha: se estima que se desarrollará entre el 2 y el 9 de octubre en distintas provincias, pero el corazón de la misma será ante el Congreso de la Nación. La fecha de esta movilización se definirá una vez publicado el veto (que tiene tiempo de salir hasta el 27 de septiembre).

Si bien los conflictos universitarios con el Gobierno se habían calmado cerca de mitad de año tras la actualización del 270% al presupuesto destinado a funcionamiento, esto no quita que más del 80% del dinero de las instituciones se destina a los sueldos de docentes y no docentes. ¿Y los sueldos? Tienen un atraso del 50%.

Presupuesto a universidades

Cabe destacar que, de acuerdo a lo planteado por los rectores de las casas de altos estudios, el presupuesto necesario para el próximo año es de unos $7,19 billones para recomponer. Sin embargo, el Estado estableció que sólo les dará $3,8 billones.

En los anexos del presupuesto 2025 presentado por la administración nacional, se pueden ver el detalle de las partidas asignadas a las distintas Universidades. De aprobarse así, esto será lo que reciba cada institución:

• La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo): $134.381.935.742.
• La Universidad de Buenos Aires (UBA): $657.951.600.636
• La Universidad Tecnológica Nacional (UTN), con $259.409.053.162
• La Universidad Nacional de La Plata (UNLP): $249.227.476.753
• La Universidad Nacional de Córdoba (UNC): $243.045.005.370
• La Universidad Nacional de Rosario (UNR): $180.032.949.027
• La Universidad Nacional de Tucumán, con $171.111.567.027.
• Y las cinco universidades que menos partidas recibirán el año entrante serán: la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, con $2000 millones; y las del Delta, Pilar, Ezeiza y Río Tercero, con $800 millones cada una.

Estos números ponen en alerta a la comunidad. De hecho, en la sesión extraordinaria desarrollada el martes por el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata, se aprobó por unanimidad la declaración de Emergencia Universitaria. La propuesta fue elevada al cuerpo por el Frente Gremial Universitario, integrado por los gremios docente ADULP, Nodocente ATULP, junto a la Federación Universitaria de La Plata, FULP.

"Desde la gestión nacional, intentan descontextualizar el reclamo diciendo que la situación financiera del país es crítica, pero en el sector Universitario estamos muy por debajo del resto de la administración pública y el sector privado", subrayó el presidente, y opinó que "esto marca un destrato que no sólo es presupuestario y salarial, sino también discursivo y que afecta a todo el sistema universitario y también al sector científico".

Conflicto universitario: la opinión del secretario de educación

El secretario de Educación, Carlos Torrendell, en el marco de La Noche de la Educación desarrollada el martes 10 de septiembre, reconoció que hay "una demanda que es legítima" por parte de las universidades, pero insistió en consolidar una política fiscal para que los aumentos salariales y de recursos vayan de la mano. "Tenemos que lograr el equilibrio fiscal que permita que se gaste solo lo que ingresa, en esa línea sí estamos de acuerdo. También estamos de acuerdo con que hay que ir recomponiendo los salarios progresivamente en la medida que se pueda", señaló.

Por ello, planteó que el objetivo principal del oficialismo es llevar adelante una inversión educativa inteligente. Argumentó que en las décadas pasadas hubo un gran aumento del gasto educativo y un fuerte deterioro de los aprendizajes, tal como muestran las estadísticas, lo cual evidencia que es una cuestión de más recursos vinculados con la evaluación y seguimiento de resultados.

"Lo mismo de las universidades. Nuestro foco es la alfabetización las universidades, para eso necesitan recursos sin duda, pero nuestra prioridad tiene que ser para el 60% de chicos pobres que está en los sectores desfavorecidos. Eso es justicia educativa. No seguirle dándole más a lo que más tienen, por eso tenemos que equilibrar bien el presupuesto y lograr consolidarlo en esa línea", añadió el secretario.

Recordó que a principio de año otorgaron un 270% de aumento a todas las universidades para gastos de funcionamiento. Sin embargo, más del 80% del presupuesto es dedicado a los salarios de docentes y no docentes, a lo que Torrendell contestó: "Tenemos que ir recomponiendo la masa salarial, obviamente es un volumen muy importante. Dentro de la Secretaría de Educación el gasto universitario representa el 70% del presupuesto hoy, o sea que evidentemente tiene un impacto grande. No hay una negación de la realidad, lo vamos a recomponer a medida que vayamos pudiendo avanzar".