Economía

Nuevo esquema cambiario: alertan por caída del consumo y el crédito

El nuevo esquema cambiario con flotación entre bandas ya genera consecuencias: especialistas advierten que las altas tasas y la pérdida de poder adquisitivo frenarán el consumo y el crecimiento económico. Además, la suba del dólar no incentivaría exportaciones por la caída de precios internacionales.

Redacción Nuevo Día
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La implementación del nuevo esquema cambiario en Argentina, con una flotación administrada del dólar, ya está generando efectos concretos en la economía real. Si bien desde la City porteña calificaron el debut del dólar sin cepo como "un éxito", los economistas advierten que el crecimiento será más bajo que el estimado y que habrá un fuerte impacto sobre el crédito, el consumo y la capacidad exportadora del país.

Sebastián Menescaldi, director de la consultora Eco Go, explicó que uno de los principales efectos de la devaluación será la suba de las tasas de interés, lo que encarecerá el financiamiento. "Probablemente el crecimiento se va a achicar", afirmó, al tiempo que señaló que el crédito en pesos y en dólares difícilmente mantenga el ritmo del año pasado.

Desde la consultora Vectorial, su economista jefe Haroldo Montagu fue más allá y vinculó el nuevo esquema directamente con una baja en los ingresos disponibles. "Habrá menos ingreso para destinar al consumo y por ende una caída en la actividad", advirtió. Además, remarcó que el rebote estadístico que muestran los últimos datos del INDEC no se traduce en un crecimiento genuino, sino en una recuperación respecto a un muy mal primer semestre de 2024.

La expectativa de que la devaluación dinamice las exportaciones también se ve frustrada por el contexto internacional. "Esta devaluación tampoco impactaría en mayores exportaciones, considerando que hubiese sido una consecuencia positiva", indicó Montagu, señalando que los precios de commodities como soja, maíz y trigo están en baja por factores globales, entre ellos la guerra arancelaria liderada por Estados Unidos.

Por su parte, un consultor del sector productivo señaló que la apertura del cepo aún es "liviana" y no alcanza para generar confianza suficiente en los mercados. También alertó sobre el cumplimiento de las metas de reservas con el FMI y mencionó que el dólar debería ubicarse entre los $1300 y $1350 para poder alcanzarlas. De lo contrario, el Gobierno tendría que recurrir a un waiver.

En este contexto, las condiciones de acceso al crédito se complican tanto para empresas como para familias. Según Maximiliano Ramírez, director de Lambda, el aumento en la tasa de interés de los depósitos y préstamos no fue acompañado por una suba en la tasa de política monetaria, lo que genera incertidumbre. "Los bancos viven de generar spread, entonces el correlato es el aumento del crédito tanto para las empresas como para las familias", indicó.

Así, mientras el FMI y el REM proyectan un crecimiento del 5% para 2025, desde el sector privado no son tan optimistas. El deterioro del poder adquisitivo, las trabas al crédito y la débil capacidad exportadora ponen en duda esa cifra. En palabras de Montagu, "no hay que confundirse con que el crecimiento será genuino, sino que es un rebote estadístico del año pasado".

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