Mendoza pone en marcha una prueba piloto para que los presos trabajen

Funcionará en la cárcel de Almafuerte. La idea es que los reclusos sean capacitados en oficios concretos que luego permitan su resocialización cuando salgan en libertad.

El Gobierno de Mendoza puso en marcha una prueba piloto para que los presos del moderno penal Almafuerte -en Cacheuta- realicen trabajos de manera remunerada.

Ya en su primera gestión el gobernador Alfredo Conejo presentó un proyecto que obligaba a los reclusos a participar de talleres y capacitaciones para acceder a diferentes beneficios y ahora esto se complementa con un programa que les dará la posibilidad de desempeñarse en el ámbito privado como empleados formales.

Lo de ahora se trata de una prueba piloto para que diferentes firmas se establezcan en el predio del moderno complejo penal Almafuerte.

En conferencia de prensa, Cornejo dijo que quieren a los presos trabajando en oficios concretos que luego permitan la resocialización posterior, cuando salgan en libertad, una vez cumplida la condena.

El objetivo es que "puedan trabajar en cosas que realmente a la ciudadanía le hagan falta y le hagan falta al mercado".

"Hay empresas que hacen construcciones livianas, que está ofreciendo poner un taller ahí y pagarles el sueldo a ellos. Hay pinturerías que han preguntado si pueden llevar sus equipamientos y trabajarían allí", detalló.

El gobernador mendocino sostuvo que hay mucha gente trabajando en los talleres, pero no con el sector privado. La propuesta estará destinada a los presos con buena conducta.

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