Economía

El "costo argentino", el problema para mejorar la competitividad

Para algunas consultoras, el Gobierno debería acelerar las reformas, atendiendo más al costo de producir de manera competitiva, antes que pensar en una mejora directa del tipo de cambio.

Redacción Nuevo Día
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El denominado "costo argentino". Ahí estaría la clave para poder salir de la encerrona actual de tipo de cambio retrasado, problemas de competitividad serio y, en definitiva, un cuello de botella difícil de solucionar; para que la economía real pueda comenzar a vivir el mismo clima de bonanza que desde hace aproximadamente cuatro meses se observa en el sistema financiero y cambiario argentino. Los datos concretos indican que las acciones de empresas locales que cotizan tanto en el bolsa de comercio de Buenos Aires, como las ADRs de Wall Street, como los títulos públicos de la deuda reestructurada en octubre del 2020, viven un período de crecimiento en sus valores, sólo asimilables a los comienzos de la convertibilidad. O, incluso, muchos analista afirman que se trata de un tiempo de alzas aún porcentualmente mayores que aquellos tiempos.

Por otro lado, la baja del riesgo país ya perforando los 750 puntos básicos, junto con la posibilidad cierta de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el mediano plazo; contribuyen a que en estos últimos meses, el clima de euforia en el mercado de capitales sea total. Por otro lado, son tiempos en los que el Ministerio de Economía y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) muestran un constante deterioro de la fortaleza local del dólar, en tiempos en los que la competitividad de las monedas regionales caen ante la revaluación de la divisa norteamericana luego de la victoria de Donald Trump. Sin embargo es un hecho que la economía real no vive el mismo clima, con sectores que directamente ven pasar la euforia con invitación para la fiesta. Esto con perspectivas concretas de deterioro aún peor, fundamentalmente por el constante incremento en el fortalecimiento del peso, lo que impacta directamente en las posibilidades de competitividad local.

Surge la pregunta sobre la hoja de ruta que deberían adoptar los privados para poder enfrentar la situación, ya que el convencimiento generalizado es que el oficialismo no tendría planes siquiera de tocar el tipo de cambio; o estudiar seriamente la disminución de la presión impositiva para salir del estancamiento. Según el último informe de la Fundación Mediterránea, la solución más concreta y severa sería "Acelerar las Reformas" atendiendo más al costo de producir de manera competitiva, antes que pensar en una mejora directa del tipo de cambio o una contracción de la presión tributaria. Para la entidad, "crece la necesidad de profundizar las reformas que bajen el "costo argentino", para ganar en competitividad y así ampliar la gama de motores que empujen el crecimiento. ¿Una brecha cambiaria por debajo del 10%, acelera la salida del cepo? No necesariamente. Cuando el Gobierno de Macri lo hizo, el riesgo país estaba en 480 puntos, contra los 752 puntos actuales".

Según el informe al que accedió este medio, las principales conclusiones del trabajo de la Fundación Mediterránea son las siguientes

¿Qué requiere Argentina para pasar de la estabilidad al crecimiento sostenible?

Impulsar el crecimiento exige reducir el "costo argentino" mediante reformas estructurales que mejoren la competitividad y consoliden un esquema cambiario-monetario estable. Esto incluye fortalecer el bimonetarismo con crédito exportador, mantener la estabilidad como un "bien adquirido" y diversificar los motores del PIB más allá de hidrocarburos y minería. Sin estas medidas, el avance será limitado por los resabios del modelo cerrado y dependiente del gasto público.

¿Cómo afecta el aumento de costos en dólares a la competitividad regional?

Los costos en dólares crecen de forma desigual: salarios y servicios aumentan pero siguen bajos, mientras los bienes importados permanecen caros. Sectores como el agro enfrentan desafíos por mano de obra costosa y logística ineficiente. La clave está en reducir costos no salariales (impuestos, logística) y firmar acuerdos comerciales que permitan mejorar la competitividad, aunque esto requerirá reformas estructurales y un proceso gradual.

¿La actividad económica repuntó? ¿En qué sectores?

Sí, la actividad económica creció 3,4% en el tercer trimestre, acercándose al nivel de fines de 2023 (-0,6%). Sectores como el financiero, minería, energía y agro lideraron con alzas acumuladas superiores al 3% en el año. Otros, como construcción, comercio e industria, también mostraron rebote, aunque no recuperan del todo. El repunte general refuerza expectativas positivas para cerrar el año, aunque persisten desafíos sectoriales.


MDZ

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