DNU: legisladores santacruceños inclinan la balanza hacia la oposición
Los legisladores de Por Santa Cruz José Carambia y Natalia Gadano no avalarían el DNU y su voto se sumaría al de los legisladores de Río Negro, Neuquén y a Unión por la Patria
Por tercera vez, este viernes Victoria Villarruel ignorará el pedido de Unión por la Patria y no convocará a una sesión para tratar el decretazo 70/23, firmado por Javier Milei . El motivo es simple: hay una mayoría en el Senado dispuesta a rechazarlo, con el aporte decisivo de la dupla de Santa Cruz.
Este bloque lo integran José Carambia y Natalia Gadano, quienes ganaron sus bancas asociados al gobernador de su provincia, Claudio Vidal. En diciembre protagonizaron un conflicto con Villarruel cuando después de asumir no les asignaron un despacho.
En diálogo con el sitio web de periodismo político, Letra P, Carambia confirmó que si la vicepresidenta pone el DNU en tratamiento, su bloque pulsará el botón rojo. "Si lo separan en tramos, capaz que algunas cosas apoyamos. Si es todo o nada, votaremos en contra", anticipó. La ley 26.122 es clara: el Congreso puede rechazar o avalar en su totalidad los decretos. Si ambas Cámaras votan en contra, lo borran de un plumazo.
En diciembre, la UCR propuso modificar esa norma para al menos salvar una parte del decretazo y la idea no fue tenida en cuenta por Milei. Las alternativas fueron planteadas por la senadora Carolina Losada y el diputado Martín Tetaz.
Antes de la confirmación de Carambia, en Unión por la Patria contabilizaban un piso de 36 votos en el Senado para rechazar el decretazo, uno menos que la mayoría. Sumaban a 33 propios, al entrerriano Edgardo Kueider, quien integra el bloque Unidad Federal (junto a Carlos Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo), la rionegrina Mónica Silva y la neuquina Lucila Crexller.
Las dos últimas responden a los gobernadores de Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén), quienes la semana pasada intimaron a la Nación en reclamo de las concesiones hidroeléctricas. La decisión de Milei de no pagar el fondo de incentivo docente complicó aún más la relación con las provincias.
En UP confían que si están los 37 votos para rechazar el DNU, aparecerán el respaldo de otras fuerzas, como la dupla de Misiones que responde al gobierno provincial o Vigo, la esposa del exgobernador de Córdoba, Juan Schiarietti.
Pese a que fue uno de los pocos mandatarios provinciales visitados por Milei, Vidal tiene varias razones para estar molesto. La principal es la decisión presidencial de desfinanciar a Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), una de las empresas que quieren privatizar.
A Vidal tampoco le causó gracia la pelea de la Casa Rosada con el sindicalismo (de donde proviene) y el giro de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a Chubut. Rindieron sus frutos las reuniones del gobernador, Ignacio Torres, con el ministro del Interior, Guillermo Francos. Durante el debate de la ley ómnibus, el diputado José Garrido, cercano al mandatario santacruceño, fue uno de los que ayudó a voltear los artículos claves y obligó a Milei a cancelar la sesión desde Israel.
Los caminos del decretazo
Con el escenario de derrota, Villarruel seguirá sin llamar a sesión al menos hasta marzo. Aún así, el viernes deberá poner la cara en el recinto a las 10 de la mañana en la sesión preparatoria, un trámite reglamentario para elegir autoridades, que Unión por la Patria usará como foro para reprocharle tener congelado el decretazo. El último pedido para tratarlo es para el mismo viernes a las 14.
La vicepresidenta no puede hablar durante los debates legislativos, pero los referentes de La Libertad Avanza insistirán en que el reglamento no la obliga a abrir el recinto durante el período extraordinario para tratar decretos. El argumento lo prepara el secretario parlamentario, Agustín Giustinian.
En UP aseguran que hay antecedentes para refutarlo y se sostienen en la ley 26.122, que permite debatir decretos en el recinto después de 10 días hábiles de su ingreso al Congreso, sin importar si en ese plazo se hayan tratado en la bicameral de trámite legislativo, que aún no está constituida porque el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, no definió sus integrantes.
El riojano se escuda en que Unión por la Patria propuso cuatro nombres y le corresponden tres. La semana pasada, la UCR le pidió resolver ese dilema y debatir el decretazo, para de ese modo eludir la presión del peronismo de iniciar las discusiones en el recinto. En UP los acusaron de cómplices.
Congreso, en ordinarias
Villarruel tendrá más problemas para esconder el decretazo desde el 1 de marzo, porque el viernes, como parte del trámite formal de la sesión preparatoria, se fijará un día y hora fijo de sesión ordinaria desde esa fecha. UP exigirá inaugurar el año parlamentario con el DNU 70/23 y la vice no podrá ignorar el reclamo.
Como anticipó Letra P, en su equipo evalúan llamar a una reunión de labor parlamentaria con las autoridades de bloque para proponer que se traten todos los decretos pendientes de aval parlamentario. La lista incluye un centenar rubricados por el expresidente Alberto Fernández.
La estrategia de dilución tiene sus límites porque en el recinto, los mayorías mandan: si hay 37 votos para rechazar el decretazo, los habrá también para tratarlo antes que cualquier otro tema. En Diputados, el jefe de UP, Germán Martínez, espera ese momento para hacer cuentas y buscar la derogación definitiva del DNU . Tal vez no le alcance con los partidos provinciales.
En la Casa Rosada por ahora no dan señales de tener otra jugada maestra. Continúa la expectativa de un fallo de la Corte que legitime el DNU. En cualquier caso, el Congreso es el que tiene la llave para borrarlo o dejarlo activo. Villarruel tiene la expectativa de que haya una nueva reunión de Milei con gobernadores que acerque posiciones. Por ahora, no está en agenda.
(Fuente: Letra P)