Día Mundial de la Diabetes: estiman que el 50% de las personas que conviven con esta enfermedad no están diagnosticadas
El desconocimiento representa un enorme riesgo, ya que la diabetes, al ser una enfermedad crónica, requiere de un control adecuado para prevenir complicaciones graves a largo plazo.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra cada 14 de noviembre, los especialistas en salud advierten sobre la falta de diagnóstico de esta enfermedad en Argentina. Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la prevalencia de la diabetes es del 12,7% y se estima que el 50% de las personas que conviven con diabetes no están diagnosticadas.
Según datos recientes, 1 de cada 10 adultos mayores de 18 años padece diabetes, pero aproximadamente el 40% de ellos desconoce su condición. Este desconocimiento representa un enorme riesgo, ya que la diabetes, al ser una enfermedad crónica, requiere de un control adecuado para prevenir complicaciones graves a largo plazo.
La diabetes se caracteriza por altos niveles de glucosa en sangre debido a una disfunción en la producción o el uso de insulina, hormona clave para el metabolismo de la glucosa. Esta alteración conduce a una acumulación de glucosa en el torrente sanguíneo, un estado conocido como hiperglucemia, que afecta progresivamente a diferentes órganos.
En este sentido, la hiperglucemia prolongada puede derivar en problemas serios de salud, especialmente en órganos vitales como los ojos, riñones, nervios y vasos sanguíneos.
Tipos de diabetes
- Diabetes Tipo 1: se presenta principalmente en personas jóvenes y se caracteriza por la falta de producción de insulina por el páncreas. Su tratamiento requiere insulina inyectable y un plan alimentario específico.
- Diabetes Tipo 2: este tipo, que representa la mayoría de los casos, suele desarrollarse en personas de más de 40 años aunque, cada vez más, afecta a personas más jóvenes. Está asociada a factores de riesgo como obesidad, sedentarismo y antecedentes familiares. En este caso, la insulina es producida, pero no es utilizada adecuadamente por el organismo.
- Diabetes Gestacional: afecta a mujeres durante el embarazo, y aunque suele ser temporal, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante.
Factores de riesgo y diagnóstico
Para detectar la diabetes, se recomienda la medición de glucosa en ayunas en personas mayores de 45 años o en menores de esta edad que presenten factores de riesgo, como antecedentes familiares, obesidad, hipertensión, colesterol alto y tabaquismo.
Los valores de glucosa en ayunas deben estar por debajo de los 100 mg/dl en personas sin factores de riesgo y por debajo de 110 mg/dl en quienes presentan estos factores. Niveles iguales o superiores a 126 mg/dl en dos mediciones indican diabetes.
Los síntomas de esta enfermedad varían según el tipo de diabetes. En la diabetes tipo 1, los síntomas suelen ser evidentes desde el inicio y pueden incluir aumento de sed, fatiga, pérdida de peso, y visión borrosa. En la diabetes tipo 2, los síntomas son graduales y pueden pasar años sin ser detectados, lo que aumenta el riesgo de complicaciones antes de recibir el diagnóstico.
La diabetes puede causar complicaciones microvasculares y macrovasculares. Las microvasculares afectan vasos sanguíneos pequeños, comprometiendo los ojos, riñones y nervios. Las macrovasculares, en cambio, afectan vasos sanguíneos más grandes, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y problemas en las arterias de las piernas.
Prevención y tratamiento
La prevención y tratamiento de la diabetes se basan en tres pilares fundamentales:
- Educación diabetológica: capacitar a las personas en la gestión de su enfermedad es esencial para mejorar su calidad de vida y evitar complicaciones.
- Estilo de vida saludable: adoptar una dieta equilibrada y realizar actividad física aeróbica, como caminar 30 minutos diarios al menos cinco días a la semana, reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 hasta en un 40%. También se recomienda evitar el tabaquismo.
- Tratamiento farmacológico: según el tipo de diabetes, el tratamiento puede incluir medicamentos orales o insulina inyectable. Además, es fundamental abordar factores de riesgo asociados como la hipertensión y el colesterol alto.