Kirchnerismo

Cristina Kirchner vuelve al conurbano para ordenar la feroz pelea entre sus herederos Axel Kicillof y Máximo

Cristina vuelve para ordenar la abrupta descomposición producida en Unión por la Patria. La pelea entre intendentes, que discuten de plata y territorios, más fugas de algunos intendentes, la obligó.

Redacción Nuevo Día
Redacción Nuevo Día
eldiarionuevodia@hotmail.com

La Tercera Sección Electoral bonaerense, la antigua base de sustentación peronista, donde había quedado casi reducida la potencia electoral del kirchnerismo, entró en crisis por la descomposición que se produjo tras la caída de Martín Insaurralde como coordinador general de tensiones y que provocó la disparada de las peleas entre los propios intendentes entre sí o, directamente, entre estos y La Cámpora.

De esto venía advirtiendo el entorno de Cristina Fernández de Kirchner, quien se ve obligada a reaparecer antes de lo que preveía. Lo hará del otro lado de La Tercera, en la Primera Sección electoral, para evitar profundizar las peleas entre los jefes municipales. Por eso no extrañó que Fernando Espinoza y Verónica Maggario hayan vuelto, juntos, a mostrarse en González Catán. Saben que Máximo Kirchner no los tiene como sus preferidos y que Facundo Tignanelli, el jefe de La Cámpora en la Provincia, saben que, cuando pueda, los incomodará.

Tignanelli, vecino matancero, es el jefe de bloque de diputados provinciales del oficialista Unión por la Patria, aunque con el gobernador Axel Kicillof hablan lo justo y necesario. A su vez, es una de las patas donde se edifica el poder real de Máximo Kirchner en la Provincia de Buenos Aires junto con el jefe de la bancada del Senado, Emanuel Santalla y el ministro de Justicia, Juan Martín Mena.

La nómina de jueces propuestos para ser analizados por la Comisión de Acuerdos del Senado fue demorada, justamente, por Maggario cuando comprobó que La Matanza quedaba sin cubrir varias vacantes para jueces, fiscales y camaristas. Tras una fortísima discusión interna, en la que tuvo que mediar Axel Kicillof ante su ministro de Justicia Mena, el camporista con mayor influencia de su gabinete y que no siempre piensa y ejecuta como lo desearía su gobernador.

Por eso el intendente de La Matanza y la vice de la Provincia participaron en un plenario cerrado pero importante el sábado en González Catán para homogeneizar la conducción distrital que fue amenazada por el Movimiento Evita aliada con La Cámpora de Tignanelli en la última interna partidaria.

Son estas discusiones salvajes que se ven en los distritos, que tuvieron la máxima expresión en los insultos recibidos por Jorge Ferraresi, Avellaneda, de parte de sus pares intendentes de Quilmes, Mayra Mendoza, y las críticas del de Lanús, Julián Álvarez por hacer actos en esos municipios, rompiendo la regla de que jun intendente no se mete en el territorio de otro del mismo partido.

Estas internas hicieron adelantar, también, a Máximo Kirchner, quien la convocatoria a elecciones partidarias, anticipadas nuevamente, como las que aún están siendo judicializadas en la Corte Suprema por la interrupción de los mandatos de las autoridades elegidas en 2017 por la presentación realizada por Fernando Grey.

Y es la desintegración del antiguo Frente de Todos, reconvertido en Unión por la Patria, que se expresa por el enfrentamiento entre el actual presidente del PJ y el gobernador, que Cristina Fernández de Kirchner tiene que volver a poner su cuerpo en una presentación política que se realizará en Merlo el próximo viernes, justo en la Universidad del Oeste, UNO, una de las que peor funciona de las que se crearon en el conurbano.

Merlo es casi un lugar fundacional para la familia Kirchner. Fue ahí donde se presentó en sociedad la candidatura de Axel con Maggario hace cinco años y también se presentaron los candidatos presidenciales Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner. El municipio conducido por Gustavo Menéndez es para el peronismo un nuevo Lanús, cuando en las épocas de Manuel Quindimil como intendente todo se realizaba ahí o luego lo fue Tres de Febrero, cuando dominaba Hugo Curto. Para los más memoriosos queda La Matanza, cuando era conducida por Federico Pedro Russo.

En los tres ejemplos precedentes los jefes comunales eran, además, referencia para sus pares. Su presencia imponía un respeto que abrazaba al resto, opinaran o no igual que ellos. No pasa en la actualidad. Menéndez termina siendo el menos rechazado dentro de los que militan en las cercanías de los Kirchner.

La Provincia de Buenos Aires es el principal distrito electoral del país, donde el peronismo kirchnerista ganó con más del 50% de los votos en el ballotage y que tuvo, en primera vuelta, tercero al mileísmo, de ahí la importancia crucial para el futuro de la fuerza que nació con Néstor Kirchner y continuó con el período más radicalizado de Cristina Fernández, quien desea dejarle la herencia de su potencia política, devaluada pero importante, a su hijo Máximo contra el "hijo político" que era Kicillof.

Por eso, tal cual adelantó MDZ hace una semana, se hizo indispensable e imprescindible la vuelta de Cristina Fernández de Kirchner a la centralidad y la conducción. Tal cual como habían hablado varios intendentes y legisladores camporistas en varias ocasiones, algunas solo los alcaldes y otras entre Tignanelli, Santalla y Teresa García, los tres representantes directos del Instituto Patria, "la política de acumulación de cada uno para luego ir a un acuerdo general se fue a la m....".

Por eso es la necesidad que observan un grupo de intendentes que ya dicen claramente que no es por dentro de esa misma estructura donde se podrá conseguir una nueva expresión capaz de convocar a un electorado cada vez más escéptico. Ayer, Julio Zamora, Fernando Grey y Juan Zabaleta mantuvieron una más que interesante almuerzo con otros dirigentes "no manchados" por la cada vez más limitada tinta del kirchnerismo.

Esta nota habla de:
Últimas noticias de Cristina Fernández de Kirchner