Cristina Kirchner reordena el PJ y fija postura ante el acuerdo con el FMI

La aceleración del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte del Gobierno de Javier Milei abrió un nuevo frente de batalla en la política argentina. Cristina Fernández de Kirchner vio en esta coyuntura la oportunidad para reforzar su liderazgo dentro del Partido Justicialista (PJ), que, sin fisuras, se posicionó en contra del nuevo endeudamiento gestionado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

El rechazo al acuerdo se consolidó en una reunión clave del Consejo Nacional del PJ, donde se expresaron preocupaciones sobre la falta de transparencia en los montos, tasas de interés y plazos de pago. "Los diputados y senadores que voten a favor del DNU 179/25 le estarían otorgando a Javier Milei facultades extraordinarias que la Constitución Nacional prohíbe", advirtieron en un comunicado oficial.

Además del pronunciamiento partidario, el bloque de senadores de Unión por la Patria (UP), alineado con Cristina Kirchner, también se mostró inflexible. "Si se sigue por el camino de la ilegalidad, el peronismo desconocerá el acuerdo y los compromisos derivados del mismo", expresaron en otro documento.

Mientras tanto, la tregua entre La Cámpora y Axel Kicillof permite que la expresidenta fortalezca su control sobre el PJ sin voces disonantes. El gobernador bonaerense está enfocado en sus propios desafíos, como la suspensión de las PASO en su distrito, lo que reduce las posibilidades de un distanciamiento inmediato con el kirchnerismo.

La presión interna dentro del peronismo se centra ahora en legisladores de provincias como Santiago del Estero y Catamarca, cuyos votos pueden ser clave en la definición del acuerdo con el FMI. Cristina Kirchner dejó en claro que quienes se aparten de la postura oficial quedarán políticamente aislados dentro del partido.

En paralelo, en las calles también se siente la tensión. La Cámpora convocó a una movilización masiva en el Congreso bajo tres consignas centrales: "No al FMI", "Por los jubilados" y "Por Pablo Grillo". La marcha servirá como un termómetro del alineamiento interno y, probablemente, reavivará el clásico cántico que el kirchnerismo corea en cada concentración: "Cristina presidenta".

La estrategia de Cristina Fernández de Kirchner es clara: usar el acuerdo con el FMI como una línea divisoria dentro del PJ y consolidar su liderazgo de cara al futuro. Con la votación en Diputados a la vuelta de la esquina, la expresidenta mueve sus piezas con la intención de dejar fuera de juego a quienes no sigan su conducción.