¿Qué tener en cuenta para abrir una franquicia gastronómica en Argentina?
En medio del auge de las franquicias gastronómicas, con más de 5.500 nuevos puntos previstos para 2025, heladerías y cafeterías lideran el interés. La ubicación, el tamaño del local y el contrato de alquiler son claves para garantizar el éxito. Especialistas detallan qué tener en cuenta antes de invertir, cuánto cuesta abrir una franquicia y cuáles son las zonas más buscadas.
El formato franquicia continúa en crecimiento en Argentina, y según la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias, se proyecta que en 2025 se abrirán más de 5.500 nuevos puntos de venta. En este contexto, las heladerías y cafeterías se consolidan como los rubros más elegidos por quienes buscan invertir en el sector gastronómico. Pero antes de firmar, conviene prestar atención a varios factores que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
"La elección del local es determinante", sostuvo Marcelo Bernardini, referente del sector y director de Franquicias que Crecen. Según explicó a iProfesional, el primer paso es definir la ubicación: "El franquiciante prioriza la estrategia comercial y el franquiciado, el flujo de personas. Las esquinas, por visibilidad y circulación, son siempre la mejor opción para estos rubros".
Además de la ubicación, es clave analizar el entorno: densidad poblacional, nivel socioeconómico, competencia directa, tránsito peatonal y vehicular. A esto se suman los costos asociados como expensas, impuestos municipales e infraestructura necesaria. El contrato de alquiler debe coincidir con el plazo de la franquicia. Bernardini recomendó acuerdos de 48 a 60 meses, con opción a renovación, cláusulas de ajuste previsibles y condiciones que permitan adaptar el local a la imagen de la marca.
Respecto al tamaño, las cafeterías requieren al menos 70 m², mientras que las heladerías necesitan entre 90 y 100 m², sobre todo si ofrecen servicio de delivery. Las marcas imponen sus propias exigencias: algunas sólo aceptan esquinas, otras priorizan frentes vidriados o la posibilidad de colocar mesas en la vereda.
La inversión también es un factor clave. Montar una cafetería implica unos u$s55.000 más IVA, mientras que una heladería parte de los u$s33.000 más IVA. A eso hay que sumar la habilitación y las reformas del local. Muchas marcas ofrecen el modelo "llave en mano", donde el inversor entrega el local listo y la marca se encarga del armado. Otra opción es la modalidad "llave en marcha", que incluye la puesta en funcionamiento del negocio.
En cuanto a la demanda, la ciudad de Buenos Aires concentra el 40% de las franquicias activas. Palermo, Belgrano y Caballito lideran el ranking. En el conurbano bonaerense se destacan zonas como Nordelta, Pilar, San Vicente y shoppings como Unicenter o Alto Avellaneda. "La reconversión de barrios con propuestas mixtas de entretenimiento y consumo impulsó la llegada de franquicias gastronómicas. San Vicente, por ejemplo, combina paseos comerciales, espacios verdes y vida al aire libre, lo que facilita la inserción de nuevas marcas", explicó Bernardini.
Jorge Gayoso, bróker de locales en L. J. Ramos, coincidió en que la visibilidad es clave. "Un frente vidriado de al menos 5 metros y alto tránsito peatonal -más de 10.000 personas por día- son condiciones fundamentales. También lo es contar con habilitaciones resueltas o posibles y respetar el Código Urbanístico", detalló. El local debe estar en planta baja y tener acceso directo desde la calle. Las esquinas y ochavas tienen un plus por su exposición.
Abrir una franquicia puede ser una excelente inversión, siempre que se evalúen todas las variables con precisión. Ubicación, contrato, dimensiones y adecuación al formato de marca son elementos clave para asegurar la rentabilidad a largo plazo.