Johnny Depp visitó el taller de Juan Carlos Pallarols
En una entrevista con la licenciada Katia Ruiz, el Maestro Juan Carlos Pallarols no solo comparte los secretos de su oficio, sino también cómo sus piezas han sido parte de momentos trascendentales en la historia de Argentina y cómo fue el recibimiento a Johnny Depp en su taller.
En pleno corazón de San Telmo (Buenos Aires), entre las calles empedradas y el aire cargado de historia, se esconde un taller que parece ser testigo de siglos de tradición sobre la calle Defensa. Este taller no es solo un refugio de creación; es el alma misma de una familia que ha dedicado generaciones al arte de la orfebrería. La tradición comenzó hace más de 200 años en Cataluña (España), pero en la Argentina se cimentó con la llegada de Rafael Pallarols a principios del siglo XIX. Hoy, en la voz de Juan Carlos Pallarols, orfebre de la sexta generación de la familia, ese legado sigue vivo, fusionando el arte con los momentos más significativos de nuestra historia nacional.
A sus 82 años, Juan Carlos trabaja hace 55 años en su taller, decorado con herramientas antiguas y obras invaluables, es un homenaje a sus antepasados y a su propio legado. En él, se forjan piezas en plata, oro, piedras preciosas y bronce. Su trabajo es reconocido en todo el mundo como el emblemático bastón presidencial argentino, una obra que trasciende la política y simboliza la cultura de nuestro país.
Algunas de las personalidades que han recibido sus obras incluyen al Papa Juan Pablo II, la princesa Diana de Inglaterra, la Reina Máxima de los Países Bajos y los actuales reyes de España, Felipe VI y Letizia, quienes en su momento eran los príncipes herederos de la Corona.
La visita de Johnny Depp
Pero no solo los argentinos se han maravillado con el trabajo de los Pallarols. El sábado 08 de febrero, el actor de Hollywood "Johnny Depp" visitó el taller familiar, un día que quedará grabado en la memoria del orfebre y de todo su equipo.
"Johnny Depp no es la primera vez que me visita", nos cuenta Pallarols con una sonrisa nostálgica. "Le hice varias lapiceras, pero en esta ocasión vino a pedirme una figura en bronce de su amiga Hedy Lamarr, famosa actriz austriaca que realizó la película Sansón y Dalila en el año 1949".
Además nos cuenta: "Estaba fascinado con el relieve que logramos en los pequeños detalles de las lapiceras. Me preguntaba cómo lo hacíamos, y le mostré el proceso de trabajo con nuestros cinceles largos, los ‘tembleques. Le puse una placa de plata sobre una bocha que es donde nosotros trabajamos y estuvo grabando su nombre. Le mostré todos los recuerdos de mi abuelo, de mi papá y las vitrinas, que tenemos alrededor de 40".
Depp, que había estado explorando las técnicas de los orfebres, se quedó maravillado con el ambiente del taller, un lugar lleno de historia, recuerdos y un sinfín de piezas que cuentan historias de épocas pasadas. "Nunca entré a un lugar tan maravilloso", comentó el actor, quien no pudo evitar admirar la colección que Pallarols había mantenido con tanto cariño a lo largo de los años.
El legado familiar y la transmisión del oficio
La historia de los Pallarols es, sin lugar a dudas, una historia de legado y pasión. Desde su abuelo Vicente Pallarols, un orfebre catalán que pasó su vida forjando sueños en metales, hasta su nieta, que hoy trabaja en el taller, el arte de la orfebrería ha sido transmitido de generación en generación.
La conexión con el taller comenzó cuando Pallarols, siendo un niño, pasó largas horas en la casa de su abuelo, quien le enseñó desde temprana edad el arte de cincelar.
Juan Carlos nos cuenta: "Yo comencé a trabajar con mi abuelo cuando tenía apenas 3 años. Mi abuelo quedó viudo y me tomó como su lazarillo y me llevaba a pasear. Nos poníamos a dibujar, me llevaba a su taller y ahí comenzábamos a hacer juguetes, a diseñar y a confeccionarlos con materiales que siempre hay en los talleres, rezagos de cortes de chapa y latón. Mi abuelo me puso a dibujar, a diseñar, a cincelar. Gracias a Dios comencé tan temprano, porque mi papá joven tuvo que un derrame cerebral que lo dejó impedido de trabajar, y yo tuve que confeccionar varias obras importantes, una de ellas la vi ahora después de 70 años, dos coronas y un cetro para la Virgen María Auxiliadora de Moldes, un pueblo de Córdoba que está cerca de San Luis".
"Tengo mis hijos que trabajan, mi nieta que trabaja conmigo en el taller y mi biznietos vienen cuando salen del colegio y se ponen a martillar, ya tienen cierta habilidad", relata Juan Carlos.
La historia del bastón Presidencial y la Democracia
El taller de los Pallarols no es solo un lugar de trabajo, sino también un espacio que ha visto nacer algunas de las piezas más simbólicas de la historia argentina. Uno de los momentos más trascendentales fue en el año 1982, cuando Juan Carlos Pallarols recibió el encargo de crear el bastón presidencial para el Dr. Raúl Alfonsín, el primer presidente electo democráticamente después de la dictadura. Pero este no fue un bastón común, sino un símbolo de la identidad argentina.
Pallarols, al revisar el diseño tradicional basado en la corona monárquica, decidió darle un giro radical. En lugar de los materiales europeos tradicionales, eligió la plata, representativa de Argentina, y en lugar de las borlas que aludían a la monarquía, optó por el cardo, una flor que se encuentra en todo el país y que simboliza la fecundidad de la tierra argentina. La madera elegida para el bastón fue el urunday rubio, una madera resistente y típica de los campos argentinos.
"Este bastón era más que un simple objeto; representaba los valores de la democracia y nuestra identidad como nación. Lo diseñamos entre casi 200 personas, entre los que estaba Ernesto Sabato, Jorge Luis Borges, Luis Brandoni y los directores de cine de la época. Eran casi 200 personas", afirma Pallarols.
Las Rosas de la Paz
Pero la orfebrería de los Pallarols no solo se limita a piezas de gran prestigio institucional. Uno de los proyectos más conmovedores de la familia ha sido la creación de las "Rosas de la Paz". Nacidas de la Guerra de Malvinas, estas rosas están hechas con material bélico recolectado de diferentes conflictos alrededor del mundo. Su significado va más allá de una simple pieza de arte: representan la esperanza, el sacrificio y la reconciliación.
"Las rosas comenzaron a partir de un contacto con gente durante la guerra de Malvinas, pero con el tiempo se fueron enriqueciendo con material de conflictos internacionales: balas de Alemania, Francia, Inglaterra y hasta Ucrania. La idea es que cada parte del mundo aporte su granito de arena para alcanzar la paz", explica Pallarols con una mezcla de orgullo y reflexión.
El proyecto no solo ha sido significativo para la Argentina, sino que ha tocado corazones en todo el mundo. Entre los recuerdos más emotivos, el orfebre recuerda cuando Geoffrey Cardozo, el coronel británico encargado de identificar y sepultar a los soldados argentinos caídos en las Islas Malvinas, visitó su taller. "Fue un momento muy emotivo. Tuvimos gaiteros escoceses tocando mientras fundíamos el material", rememora Pallarols.
El taller de Pallarols no solo es un espacio de trabajo, sino un testimonio vivo de la historia argentina. Cada pieza, cada detalle, lleva consigo el eco de un país que forja su identidad a través de la tradición, la innovación y el compromiso con la paz. Y mientras los orfebres de la familia continúan dando forma a sus sueños en metal, el legado de los Pallarols sigue vigente, tan firme como las manos que dan forma a la historia.
Sobre Katia Ruiz
Nacida y criada en la ciudad de Río Gallegos, es una joven profesional con una vasta carrera académica. Es Licenciada en Relaciones Públicas (UAI), Técnica Superior en Ceremonial Empresario, Técnica en Organización de Eventos Empresariales y Espectáculos (CEO), Técnica Universitaria en Lenguaje Musical (UCA), Maestra de Ceremonias egresada del Instituto Argentino de Ceremonial Emb. Blanco Villalta, Diplomada en Logística Organizativa, imagen y ceremonial (CIDEC y Universidad San Pablo Tucumán). Cuenta con un Posgrado en Comunicación Política e Institucional (UCA), Especialización en Comunicación política del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diplomada en Comunicación de Crisis (CAEP), Especialista en Imagen política (CKV), actualmente se encuentra finalizando su tesis de la Licenciatura en Ceremonial y protocolo