Los beneficios que el programa de Recolección Diferenciada traerá a Río Gallegos
Lograr un Río Gallegos sustentable es el principal objetivo que la Municipalidad de Río Gallegos se ha planteado en lo que respecta a su programa de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos.
El camino iniciado durante esta gestión ha mostrado frutos en lo que tiene que ver con el saneamiento de la ciudad. La normalización de los servicios de recolección, la recuperación de la flota municipal, la erradicación de minibasurales, la puesta en funcionamiento de la Planta de Tratamiento ubicada en el actual Vaciadero Municipal son acciones que reflejan un interesante avance en materia ambiental. Ahora, la apuesta está en lograr el compromiso de la comunidad para seguir avanzando.
En este rumbo, el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, acompañado por la gobernadora de la provincia, Dra. Alicia Kirchner y el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan Cabandié, presentó a la ciudadanía el Programa de Recolección Diferenciada, un trabajo que inicia en el hogar de cada vecino con una clasificación simple de sus residuos en secos y húmedos.
La recolección diferenciada permitirá que una pequeña acción individual tenga grandes beneficios colectivos, reduciendo el nivel de contaminación que se genera mediante una incorrecta disposición de materiales que en condiciones óptimas son susceptibles de ser recuperados.
Son innumerables los beneficios que se desprenden de esta metodología de recolección. En el caso de Río Gallegos, esta acción facilitará el trabajo de separación de la Planta de Reciclaje y fortalecerá las acciones que se están llevando a cabo para la mejora del ambiente en su conjunto. Además, reducirá el impacto ambiental producido por los niveles de enterramiento en el sitio de disposición final, generando una mejor calidad de vida al vecino riogalleguense.
De manera paralela, optimizará los recursos para operar de una manera eficiente y eficaz en el predio de nuevo relleno sanitario, transportando únicamente los rechazos no aprovechables. Ayudará paulatinamente a que se vayan erradicando corrientes de residuos en el sitio de disposición final, favoreciendo a su futuro cierre.
También reforzará las políticas ambientales que se vienen llevando adelante y que contribuyen al desarrollo de una economía circular. Y lo más importante, generará conciencia en el vecino de manera tal que comprenda el alcance de sus acciones tanto para su comunidad como para con el medio que lo circunda.