Impotencia

Grave denuncia a veterinario de Río Gallegos: "La dejó morir y me cobró la consulta"

Una vecina de la capital santacruceña aseguró que el profesional actuó con negligencia. "La vio agonizando y no me dijo nada". La mascota murió mientras la tenía en brazos.

Redacción Nuevo Día
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Este jueves, Carla Berrueta, vecina del barrio Fátima, llegó personalmente a la redacción de El Diario Nuevo Día para denunciar negligencia por parte de un veterinario de Río Gallegos a quien acusa de haber dejado morir a su perra Nala, una caniche de cuatro años que falleció el domingo pasado tras agonizar varias horas por un severo cuadro de salud. 

"Era una perrita enferma. Tenía convulsiones, estaba medicada. Le agarró una tos muy fuerte con flema. Le hacíamos vapor, la llevábamos al veterinario. Pero esta vez su veterinario particular no atendía porque era domingo. Esa mañana su cuadro empeoró, se levantó muy mal. Como era fin de semana y vísperas de la Navidad, no encontrábamos veterinario, y entonces a través de Facebook y conocidos llegamos a un veterinario llamado Nicolás Pereyra", expresó la mujer. 

El relato de la vecina continuó con una explicación detallada de lo ocurrido dentro del consultorio. "Me dijo: ¿estás segura que es tos?. Le expliqué que ya venía con tratamiento, que contaba con radiografías y estudios. Le mostré las placas que le había hecho antes, pero me contestó que él creía que se trataba de un tema cardíaco. Para esto, a Nala se le había puesto la lengua azul. Mi nena de 12 años se lo advirtió, pero no le dio importancia, solo la miró. Fue poco empático, no la examinó. Lo único que atinó a decir es que había que hacerle estudios y que si quería le podía colocar un suero, pero que no iba a cambiar nada". 

Carla manifestó que la situación le resultó extraña y que notó que algo no andaba bien. "Si yo te llevo un animal de urgencia, vos hacés el procedimiento que tenés que hacer y no le preguntás al dueño del paciente si quiere o no hacer las cosas. Te ponés a trabajar y después me decís: 'hay que hacerle electro, o el estudio que sea'. Las primeras cosas las tenés que hacer sin preguntarme porque no tengo que darte una autorización para que hagas lo que como profesional creés que debés hacer. Si la vio tan mal a Nala ¿por qué no me llamó y me dijo que la perrita no pasaba de esa noche? Ni siquiera me dijo eso. Como sin ganas, domingo...cero empatía. Siento impotencia". 

Al no recibir la atención necesaria, Carla y su hija alzaron otra vez a Nala y se fueron rápidamente en busca de otro profesional. "Salí del consultorio y cuando estaba en camino a otro veterinario Nala falleció. Ella estaba agonizando, se murió en mis brazos. Luego volví a ver al veterinario Nicolás Pereira con Nala en brazos para reclamarle por la mala atención. Me cerró la puerta en la cara y me dijo que no tenía nada que ver con lo que había pasado. Le dije que se estaba muriendo y que no hizo nada. La dejó morir y no le dio la atención básica y encima me cobró la consulta. La vio agonizando y no me dijo nada. No quiero que le vuelva a pasar a nadie. Hay que tener cuidado".

En este sentido, la dueña de la caniche adelantó que hará la denuncia correspondiente en el Colegio de Veterinarios. "No le dio un diagnóstico y no la atendió. Encima me cobró. Hasta la secretaria se sorprendió de que ni siquiera le había dado un medicamento", sentenció y agregó: "Mi nena todavía está sufriendo por Nala. No quiero que pase desapercibido"

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