GOBIERNO-MUNICIPIO

Grasso dijo que no se va a dejar extorsionar por el gobierno provincial y les pidió "que no se pongan nerviosos"

El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, encabezó la presentación de la Guardia Urbana y allí se refirió, una vez más, al cruce con la gestión provincial, señalando los dichos del secretario de Medios, sobre los que dijo que era una "extorsión".

Redacción Nuevo Día
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El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, realizó duras declaraciones en relación al manejo de las obras públicas y la deuda con la Caja de Servicios Sociales (CSS), apuntando a la provincia de Santa Cruz y al gobierno nacional.

 Grasso dejó en claro que, si bien la Municipalidad cumple con sus responsabilidades, muchas de las demandas que enfrenta deberían ser dirigidas a las autoridades provinciales y nacionales.

En primer lugar, el jefe comunal respondió a las críticas de la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción) sobre el empleo de trabajadores municipales en las obras locales, sobre lo que indicó: "Nosotros cumplimos con la ley, tenemos albañiles, durleros, gasistas, plomeros. Lo que plantea la UOCRA debería planteárselo a la provincia, porque nos vienen a reclamar a nosotros cuando los responsables de la obra pública son el gobierno nacional y provincial", afirmó.

 Según Grasso, hay actualmente tres obras abandonadas por la Nación y dos más por la provincia, las cuales la Municipalidad ha tenido que financiar. "A esto se suman tres que financiamos completamente nosotros, y trabajamos con los empleados municipales, como lo venimos haciendo, y bastante bien vienen saliendo las cosas."

En otro tramo de sus declaraciones, Grasso se refirió a la deuda con la CSS, señalando que las autoridades provinciales le reclaman pagos pendientes que pertenecen a la gestión anterior de Roberto Giubetich. "Me reclaman la deuda de la gestión de Giubetich, cuando yo pagué todo lo que me correspondía" aseguró, dejando en claro que no se hará cargo de los compromisos previos a su administración. 

Además, criticó la falta de diálogo con la provincia y se mostró firme en su postura. "Yo no gobierno la provincia. En las gestiones anteriores la decisión política era entregar los medicamentos, pero no me voy a dejar extorsionar diciendo 'que pague para hablar'. El diálogo debe ser permanente, porque la plata no es mía, yo estoy circunstancialmente administrándola, y nosotros invertimos", enfatizó.

Grasso cerró sus declaraciones con un mensaje directo a los funcionarios provinciales: "Les mando un besito grande, no se tienen que poner nerviosos, tienen que gobernar Santa Cruz de cara a la gente, decir una cosa y hacerla. Y acá tenemos las puertas abiertas para explicarles cómo es el manejo de la cosa pública".

Las palabras del intendente reflejan la creciente tensión entre las autoridades municipales y provinciales, en un contexto donde la obra pública y la deuda con la CSS son puntos críticos de conflicto.

(Fuente: El Diario Nuevo Día)

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