El Tratamiento Protocolar de la Bandera Nacional Argentina el 17 de Agosto: un homenaje a San Martín

*Por Lic. Katia Ruiz

José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, provincia de Corrientes, Argentina. Su vida, marcada por un compromiso inquebrantable con la independencia de América del Sur, lo llevó a convertirse en uno de los líderes más importantes de la liberación del continente del dominio español. 

Tras su regreso a América en 1812, San Martín se convirtió en un estratega militar excepcional, destacando por su papel en el Cruce de los Andes, una hazaña que aseguró la independencia de Chile y preparó el camino para la liberación del Perú. Su visión no solo abarcaba la independencia de Argentina, sino una liberación regional que contemplaba a varios países.

El 17 de agosto de 1850, a las 15:00 falleció en Boulogne- Sur-Mer (Francia) y en consecuencia, el pueblo y el gobierno de la Nación conmemoran con gratitud, cada nuevo aniversario del tránsito a la inmortalidad del Padre de la Patria.

El Significado de Izar la Bandera a Media Asta

El izado de la bandera a media asta el 17 de agosto no es simplemente un acto simbólico; es una manifestación de duelo y respeto hacia uno de los grandes héroes nacionales. 

El protocolo estipulado por la normativa vigente establece que la bandera debe elevarse primero a su punto más alto y luego descender a la mitad del mástil, manteniéndose en esa posición durante una hora. Esta práctica no solo honra el sacrificio de San Martín, sino que también subraya la importancia de recordar y celebrar su contribución al proceso de independencia.

Además, durante días festivos cívicos como el 25 de mayo, 20 de junio y 9 de julio, no se realiza el izado a media asta de la bandera. En caso de que la fecha de duelo coincida con alguna de estas festividades, el protocolo establece que el luto se observe al día siguiente, para respetar la importancia de dichas fechas en el calendario nacional.

Para izar una bandera a media asta, se lleva el paño hasta el tope y luego permanece allí un instante, se la baja en silencio hasta la mitad del mástil, dejando un espacio equivalente a un quinto de su extensión. En ningún caso la bandera que va a izarse, o que ha sido arriada debe tocar el suelo. Para arriarla se procede a la inversa, pero sin aplausos. Si el duelo comprende varias jornadas, ello no exime el izamiento al comenzar el día y de su arrío al finalizar.

En conclusión, el tratamiento protocolar de la bandera el 17 de agosto es más que un simple acto ceremonial; es una forma de preservar y honrar la memoria de nuestro Padre de la Patria José de San Martín. Al izar la bandera a media asta, no solo se expresa un sentido de duelo, sino que también se reafirma el compromiso con los valores de libertad y justicia que San Martín representó. En este día, todos los ciudadanos tienen la oportunidad de reflexionar sobre el legado de este gran líder y sobre el impacto duradero de su lucha por la independencia. Así, la Bandera Nacional se convierte en un símbolo de respeto y gratitud, recordándonos la importancia de nuestra historia y la figura que la definió.

Sobre Katia Ruiz

Nacida y criada en la ciudad de Río Gallegos, es una joven profesional con una vasta carrera académica. Es Licenciada en Relaciones Públicas (UAI), Técnica Superior en Ceremonial Empresario, Técnica en Organización de Eventos Empresariales y Espectáculos (CEO), Técnica Universitaria en Lenguaje Musical (UCA), Maestra de Ceremonias egresada del Instituto Argentino de Ceremonial Emb. Blanco Villalta, Diplomada en Logística Organizativa, imagen y ceremonial (CIDEC). 

Cuenta con un Posgrado en Comunicación Política e Institucional (UCA), Especialización en Comunicación política del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diplomada en Comunicación de Crisis (CAEP), actualmente se encuentra finalizando su tesis de la Licenciatura en Ceremonial y protocolo.