El caso que no le importa a la Justicia de Santa Cruz: Enzo tiene hidrocefalia, ceguera, diversas discapacidades, sin cobertura de Salud, y su familia debe organizar una rifa
Hace 27 meses la familia espera resolución de un amparo, que ahora está en manos del Juez Alberto Ludueña en El Calafate. Tampoco hubo respuestas de Salud nacional ni provincia. El pedido de ayuda desesperado de su padre.
Walter Stoiko vive en El Calafate desde 2010 junto a su familia y su hijo Enzo, de 25 años, quien padece hidrocefalia congénita, epilepsia y ceguera. Desde hace más de dos años, Walter lucha en la justicia para que el Estado -a través del programa Incluir Salud- cubra el tratamiento médico y los insumos necesarios para sostener la vida de su hijo, sin resultados concretos. El caso ya fue abordado por Nuevo Día, aunque desde hace 27 meses, Enzo no puede acceder a un completo acceso a medicamentos e insumos de parte de Salud, sea provincia y/o nacional.
"Hace 27 meses que estamos esperando la sentencia del Juzgado Civil y de Familia del Calafate", explicó Walter, en diálogo con Radio Nuevo Día. La causa ha pasado por varios jueces y actualmente está en manos de Alberto Ludueña. En total, se realizaron cinco audiencias, aunque muchas de ellas contaron con la ausencia de los representantes del Ministerio de Salud de la Provincia y de la Nación, lo que según Stoiko constituye un "desacato" y un "abandono de persona".
Walter detalló que mensualmente gasta alrededor de $1.700.000 en medicamentos, alimentos especiales y cuidados. Enzo se alimenta por botón gástrico y requiere una dieta específica, que no siempre están disponibles. Además, necesita medicación constante para controlar los ataques epilépticos, como el Denso de 100 mg, relajantes musculares y Varta 250 mg, medicamentos que muchas veces la familia no puede conseguir a tiempo.
"Hubo semanas enteras sin medicación. El hospital San Miguel nos ayudó varias veces, pero a veces me daban un medicamento a cambio de otro, que también necesitábamos. Es desesperante", relata Walter, quien vive de una pensión por discapacidad laboral y no cuenta con familiares cercanos en la ciudad. "Estoy solo, tengo conocidos que me ayudan, pero ya saqué préstamos que no puedo pagar y ahora me quieren embargar parte del sueldo".
Ante la falta de respuestas judiciales y estatales, Walter decidió organizar una rifa solidaria para recaudar fondos y poder continuar con el tratamiento de su hijo. "Es la única forma que me queda para juntar algo de plata. La gente de Calafate es solidaria, pero necesito que se visibilice esto, que nos escuchen. Ya no sé a quién acudir", expresa con tristeza.
La situación judicial también se volvió insostenible: Walter y su familia dejaron de contar con asistencia legal oficial. "Todo está en contra nuestra. Nos sentimos abandonados por todos los organismos", asegura.
La última audiencia se realizó el 16 de febrero de este año y tampoco brindó resultados. "Nos dijeron que en 72 horas iba a estar la sentencia, pero ya pasaron meses y seguimos esperando. Mientras tanto, mi hijo sufre y yo me sigo endeudando para que no le falte lo básico", sostuvo Walter, conmovido y exhausto por la situación.