ATE para por tres días, reclamó reforma judicial y advirtió que no saben cómo liquidarán los sueldos en Santa Cruz
Carlos Garzón, dirigente de ATE, reclamó una reforma judicial en Santa Cruz y denunció intencionalidad política en el accionar de la justicia, especialmente en Los Antiguos. Además, lamentó la falta de avances en la negociación salarial de la administración central.
Carlos Garzón, dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), denunció un clima de "intencionalidad política" en el accionar judicial en Santa Cruz y llamó a una urgente reforma judicial para frenar la intervención de jueces en conflictos laborales. Garzón cuestionó en particular el rol del juez Quelín en el conflicto laboral que atravesó la localidad de Los Antiguos, donde los trabajadores municipales llevaron adelante medidas de fuerza para exigir mejoras salariales.
"No podemos seguir teniendo jueces que actúen políticamente en reclamos sindicales; la reforma judicial es urgente para asegurar que se respete el derecho a la protesta y que las decisiones judiciales no respondan a otros intereses", enfatizó Garzón en diálogo con Radio Nuevo Día.
"Conocemos al juez Quelin desde hace tiempo y sabemos de su inclinación a intervenir en conflictos sindicales con un enfoque represivo. No solo ha ordenado desalojos y detenciones de dirigentes de ATE, sino que también llegó a detener al propio gobernador Vidal, cuando aún era secretario general del gremio. Esto no es imparcialidad judicial; claramente responde a intereses externos al conflicto laboral", agregó.
El conflicto en Los Antiguos surgió por un reclamo de los trabajadores municipales, quienes, al no recibir respuesta a sus demandas salariales, ocuparon el corralón municipal. Sin embargo, el juez Quelín emitió repetidas órdenes de desalojo, decisión que Garzón interpreta como una medida desproporcionada e intencionada. "Mientras este tipo de manifestaciones ocurren en otras localidades, solo en Los Antiguos se insistió con desalojos y amenazas de represión. Esto demuestra que hay sectores en la justicia que están jugando políticamente, y lamentablemente, lo hacen en contra de los trabajadores", aseguró el dirigente.
Garzón también expresó su preocupación por la falta de negociación salarial en la administración central, una situación que afecta directamente a los empleados públicos de la provincia. A pesar de la situación económica actual, el gobierno provincial no ha dado lugar a una mesa de negociación para discutir los aumentos salariales. "Nos enfrentamos a una administración que no muestra interés en discutir paritarias, y eso es extremadamente grave en este contexto de crisis económica e inflación. Sin un espacio de diálogo, el conflicto solo se agrava", advirtió Garzón. Según el dirigente, esta parálisis en la administración central ha llevado al sindicato a profundizar las medidas de fuerza y declarar un paro de 72 horas, con el objetivo de exigir respuestas concretas.
Señaló que esta negociación "está peor que no moverse". "Ni siquiera tenemos paritaria, han cerrado la paritaria. Nosotros nos dijeron que no teníamos paritaria. Bueno señores, no hay un acuerdo, yo les aviso que los voy a pagar a esto. Bueno, dame una fecha para seguir discutiendo. Bueno, te voy a pasar una fecha en algún momento, pero no hay fecha".
Y planteó: "¿Por qué no llama la atención que ATE no le dicten conciliación obligatoria? ¿Qué pasa si a ATE le dictan conciliación obligatoria? Nos tienen que dar un ámbito de discusión. Si ATE hoy le dicta una conciliación obligatoria, nos tienen que abrir un carácter de diálogo para discutir salario y discutir los pases a planta permanente de la gente que todos los días le queda un día menos de trabajo en la administración pública. No hay diálogo hoy, o sea, están cerrados los canales y ni siquiera sabemos cómo van a liquidar el aumento, cuándo lo van a pagar y cuáles son las fechas".
El representante de ATE también cuestionó el accionar de la intendenta Zulma Neira, quien lo denunció supuestas amenazas en Los Antiguos, quien, según él, adoptó una postura de confrontación y mantuvo una desconexión con la realidad social. "Mientras los trabajadores estaban en la calle reclamando por sus derechos, la intendenta organizaba actividades festivas sin atender el conflicto en curso. La falta de diálogo y la insistencia en desalojar a los trabajadores, a solo cuadras de sus actividades, refleja una desconexión preocupante con las necesidades de la gente", remarcó Garzón.