Alemania: abrió el primer burdel de inteligencia artificial del mundo

En el último año, la inteligencia artificial (IA) avanzó a un ritmo muy alto mejorando sus capacidades para cubrir todas las áreas: desde la investigación científica hasta el arte y la tecnología y ahora, también se sumó al erotismo, ya que Alemania abrió el primer burdel realizado totalmente con IA.

Cybrothel es el primer burdel del mundo en definir el sexo del futuro en Berlín, ya que imita la apariencia del negocio de acompañantes tradicional, ofreciendo suites privadas y una lista completa de muñecas sexuales de tamaño real con nombres seductores para sustituir a las trabajadoras humanas.

A diferencia de los burdeles tradicionales, este espacio se distingue por incorporar una experiencia a través de la realidad virtual, permitiendo a los clientes consumir pornografía interactiva en tecnología 4D. Además, ofrece la posibilidad de "sextear" con las muñecas a través de la Inteligencia Artificial que fueron creadas para poder interactuar con los clientes.

El burdel promete ser "un espacio seguro"

Según indicó el co-propietario del establecimiento en Alemania, Matthias Smetana, a news.com.au:"Tenemos mucha gente que nunca ha tenido contacto con el trabajo sexual, que realmente están dispuestos a probarlo, pero buscan un espacio seguro. Si enfrentas ansiedad de rendimiento, esto no sucede en Cybrothel ya que estás lidiando con juguetes sexuales, no humanos".

En este contexto, explicó que la industria del sexo en Alemania disminuyó significativamente en cuanto a cantidad de trabajadoras sexuales registradas desde la pandemia y que este servicio podría cubrir esa demanda sin necesidad de personas de carne y hueso.

En este sentido, la doctora Alice Child, somatóloga sexual con sede en Sídney, reconoció en el en ese mismo medio el valor que tiene el burdel alemán Cybrothel como espacio seguro para la exploración sexual de los visitantes, pero al mismo tiempo advierte contra el uso de la IA como sustituto de la intimidad humana, al hacer total énfasis que evitar la vulnerabilidad inherente al sexo podría privar a las personas de experiencias humanas profundas con personas reales.