El hongo de "The Last of Us" existe

El videojuego y ahora serie "The Last of Us" popularizo al Crordyceps, un hongo que podría poner en riesgo los ecosistemas de América del Sur

El Cordyceps es un género de hongos con más de 400 especies que viven y se reproducen parasitando, principalmente, insectos. La variedad que crece en las altas regiones montañosas del Tíbet y Nepal, es fuente de betaglucanos, ácidos linoleico y linolénico, vitaminas E y del grupo B y aminoácidos, oligoelementos y minerales esenciales, como el potasio, el selenio, el zinc o el manganeso y se utiliza para combatir la fatiga y el cansancio, sin embargo su proliferación en América podría ser devastadora para los ecosistemas.





El doctor David P. Hughes, de la Universidad Estatal de Pensilvania, especialista en Cordyceps y asesor científico en el videojuego de 2013, señaló que el hongo se adhiere en forma de espora al cuerpo de una hormiga huésped, hace un túnel en su interior a lo largo de un día y crea una red interior de modo que casi el 50% del cuerpo de la hormiga está cubierto de hongos.



Así como pasa con los muertos vivientes, el parásito necesita de unos días de incubación para finalmente apoderarse del organismo. En esos días, parece como si la hormiga infectada estuviera normal. Sin embargo, los investigadores de la Universidad Central de Florida, en Estados Unidos, han documentado cómo es que sus compañeras se dan cuenta. Poco a poco, la expulsan de la colonia para proteger a las demás, que sí están sanas.





Los grillos también pueden ser presa de los hongos de zombis, aunque se sabe poco sobre la especie de hongo que afecta a los grillos. Hughes quiere ponerle remedio y espera encontrar más especies de hongos zombi en los bosques de Brasil.



La mortalidad de Ophiocordyceps unilateralis es de un absoluto 100 por ciento. Grillos, avispas, abejorros y otros insectos son presas fáciles para este hongo mortífero, que se ha propagado en las selvas latinoamericanas. Dado que una infección de éste es una sentencia de muerte, a los biólogos les inquieta que, con cada nuevo caso positivo, las especies de insectos en estos ecosistemas corren peligro.