Camino a la nada

De ser un empleado bancario a ser un empresario fuerte de la construcción, y que ahora está en descenso. Así se resume la vida “económica” de Lázaro Báez, íntimo amigo del matrimonio presidencial que incluso comparten negocios.


De ser algo,  un hombre con poder  que se lleva por delante todo, como  la justicia, jueces, declaraciones de
impuestos  e incluso trata de evadir la
justicia internacional, ahora a  Lázaro  se le gozar desde hace dos años de una exposición   púbica lo trae a mal traer. Tanto  que desde un "simple” conflicto gremial de su medio,  resona en los medios nacionales  y lo lastima casi como  un fondo buitre que da conocer  su participación en más de 100 empresas en Estados Unidos.


La fama no  es buena, y hay que saber manejarla.  El ser y la nada, eso que durante siglos  interesó a filósofos puede aplicarse al hombre
constructor.  Solo que en este caso el paso aunque parece inverso, es decir, del ser a la nada, no lo es, porque en
realidad nunca fue  más que un hombre simple,  amigo del poder,  y que  con su topadora se lleva todo por delante,
incluso a él mismo.