Hubo más sesiones y menos leyes, y solo el 27% fueron del Ejecutivo

El balance del primer período ordinario de sesiones del Congreso en la era Macri muestra el doble de reuniones con relación a 2915. El 82% de las leyes sancionadas fueron presentadas por legisladores de la oposición.


El primer período ordinario de sesiones en el Congreso de la
Nación de la gestión Macri acaba de culminar con autoelogios de parte de los
principales referentes del oficialismo, partiendo de las dudas que planteaba
para esta administración la relación con un Congreso sin mayoría oficialista.
¿Podría el Gobierno aprobar sus leyes?


¿Qué actitud tomarían los diferentes bloques de la
oposición?, era otra de las preguntas que se planteaban en el inicio de esta
gestión, y al cabo de un año el balance de 2016 indica que hasta el momento el
oficialismo en el Congreso ha tenido éxito en aprobar las leyes que el Gobierno
le ha requerido, aunque cada una de esas leyes supuso un arduo trabajo de
negociación. Y por cierto, el Gobierno no terminó el período ordinario de
sesiones, sin haber recibido más de un revés parlamentario.


La Fundación Directorio Legislativo elaboró un análisis del
año parlamentario en el que destaca que en lo que va de 2016, el Congreso
sesionó casi el doble de veces que en 2015 (39 sesiones este año contra 21 del
año pasado). Un dato que suele repetirse en la relación años electorales vs.
Años no electorales. Pero en este marco otro dato cobra sentido al tener que
apuntar que a pesar de que ha habido más sesiones, hubo menos leyes que el año
anterior. En efecto, el balance muestra que en 2015 hubo 125 leyes aprobadas,
contra 96 durante el presente año.


Más sesiones, menos leyes, es la primera síntesis. El cuadro
se completa se completa sólo si se tiene en cuenta la composición política del
Congreso: en ninguna de las dos cámaras, el oficialismo tiene mayoría propia.
De esta manera, durante 2016 imperó en el Congreso la lógica de la negociación.


En ese marco, el oficialismo tuvo éxito en sancionar las
leyes que el Gobierno le pidió al Congreso. Pero ese éxito estuvo atado a
minuciosas negociaciones entre el oficialismo y diferentes bloques de la
oposición.


En la Cámara de Diputados, los jefes de bancadas de
Cambiemos, Mario Negri (UCR) y Nicolás Massot (Pro), y demás referentes del
oficialismo han mantenido incontables reuniones con diputados de bloques de la
oposición para lograr acuerdo y sancionar las leyes pedidas por el Gobierno.
Los principales interlocutores de Cambiemos fueron Sergio Massa y Diego Bossio,
referentes del Frente Renovador y del bloque Justicialista, cuyas bancadas
cuentan con 37 y 17 escaños respectivamente. Con esos votos, sumados a los 87
propios, Cambiemos pudo dar sanción a sus proyectos. Por supuesto, con
múltiples modificaciones pedidas por sus interlocutores.


En el Senado, la cosa está más clara. El bloque del PJ-FpV
contiene 39 senadores, 2 más de los 37 necesarios para tener quórum propio.
Allí, las negociaciones del Gobierno tuvieron como interlocutor principal al
jefe del bloque, Miguel Ángel Pichetto, quien mantiene un delicado equilibrio
entre un grupo mayoritario de senadores cercanos al PJ tradicional y a los
gobernadores provinciales, y un grupo minoritario de senadores referenciados en
Cristina Fernández de Kirchner. Lo cierto es que en el Senado, entre Pichetto y
el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, han logrado encontrar los caminos
para que los proyectos puedan ser sancionados.



 


En esta lógica de negociación se movió el Congreso durante
2016. Y fue en ese marco que el Congreso sancionó diversas leyes requeridas por
el Poder Ejecutivo: pago a los holdouts, blanqueo de capitales, devolución del
IVA, fomento a las PyMES, el régimen de participación Público-Privada, la ley
de Información Pública, la limitación de los superpoderes y el recientemente
sancionado Presupuesto 2017, entre otras.


Si bien el Gobierno ha tenido éxito en marcar la agenda del
Poder Legislativo, lo cierto es que, en comparación con el año anterior, el
Poder Ejecutivo ha disminuido su participación en la sanción de leyes. Así,
mientras que en 2015 el 43 por ciento de las leyes aprobadas por el Congreso
habían sido redactadas por el Poder Ejecutivo, en 2016 ese porcentaje se redujo
a 27. Otro dato: el año pasado, del total de leyes sancionadas por el Congreso
que tuvieron origen en el Poder Legislativo, el 82 por ciento fueron
presentadas por legisladores del oficialismo. Este año, el porcentaje es
exactamente inverso: el 82 por ciento de las leyes sancionadas fueron
presentadas por legisladores de la oposición.


Dentro de este juego de toma y daca legislativa, el
oficialismo no salió indemne. El primer traspié del año lo tuvo en el verano,
cuando por el voto negativo de un diputado massista, la Comisión Bicameral que
refrenda los DNU, rechazó el decreto emitido por Macri para modificar el
impuesto a las ganancias. Otro tanto sucedió con la Ley Antidespidos: desde el
Frente para la Victoria y el Frente Renovador logaron dar sanción al proyecto
que prohibía los despidos de trabajadores, que terminó siendo vetado por Macri.
Del mismo modo, la Ley de Emergencia Social, a la que Macri se oponía, obtuvo
media sanción en el Senado, con lo que el Gobierno se tuvo que sentar a
negociar e incorporar el proyecto al temario de extraordinarias. Los reveses
legislativos no provinieron solo desde la oposición: la aliada Elisa Carrió
hizo caer el dictamen para modificar el Ministerio Público Fiscal, impulsado
por el Gobierno.


El trabajo de Directorio Legislativo destaca que la mayor
cantidad de leyes aprobadas en el año están vinculadas a la declaración de
fiestas nacionales, monumentos o lugares históricos (39%). Algo normal, pues es
la categoría que año tras año mayor cantidad de proyectos aprobados reúne.


En segundo término, el Congreso sancionó 12 leyes que
apuntan al sistema de justicia. Explican el 13% de los proyectos aprobados. Se
destacan la figura del arrepentido, flagrancia y modificaciones de la
estructura judicial. Todas fueron aprobadas en el segundo semestre.


El tercer puesto lo comparten las leyes en materia
económica, laboral y relaciones internacionales. Con 19 proyectos aprobados en
cada categoría, representan el 10% de las leyes sancionadas en lo que va del
año.


También se sancionaron 5 proyectos en materia de salud, 4
leyes de Defensa del Consumidor, 3 referidas a reformas del sistema político y
3 que apuntan al sector agroindustrial.


Para finalizar, el balance de Directorio Legislativo apunta
que el oficialismo no pudo sancionar todas las leyes que el Gobierno le
requiere antes de fin de año. Por tal motivo, el Poder Ejecutivo convocó a
sesiones extraordinarias entre el 1º y el 30 de diciembre. En el temario de las
extraordinarias hay varios temas pero, entre ellos, el más requerido por Macri
es la reforma electoral, que tiene una fuerte resistencia peronista en el
Senado, y que a todas luces ha quedado postergada, al menos para el presente
año. (Parlamentario)



 

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